jueves, 30 de abril de 2009

Que Dios te lo pague

Según mi propia encuesta entre muchos hispanoparlantes, las predilecciones de la mayoría a la hora de encontrar fórmulas para ganar el sustento se ubican en el siguiente orden:

0º - Recolectar de la naturaleza
1º - Empleo en el estado
2º - Empleo en una empresa privada
3º - Empresa propia sin empleados
4º - Empresa propia con empleados

La explicación que nos surge intuitivamente es que todos buscamos realizar el menor esfuerzo. Suponemos que trabajar para el estado es lo más fácil y así sucesivamente vamos tomando las opciones más complicadas si fallan las más simples.

Esta explicación seguramente es correcta, pero propongo dar un paso más. El psicoanálisis nos permite suponer que a la mayoría les resulta más fácil recibir dinero de una institución sin dueño que de una institución con algún dueño de carne y hueso (con cuerpo).

Quien tiene una empresa unipersonal recibe dinero también de personas de carne y hueso (clientes y pacientes), pero de muchos más que aquellos que trabajan para un solo dueño.

Lo más difícil es hacer lo mismo que el anterior (muchos cuerpos de clientes y pacientes) más el esfuerzo de interactuar con los empleados que nos entregan su trabajo.

Resumo: Lo más fácil es recibir lo necesario de la naturaleza (pero no lo puse en primer lugar porque los recolectores acceden a una calidad de vida aceptable sólo por una minoría) o de un ente abstracto (estado). Obtener dinero directamente de nuestros semejantes es lo menos preferido.

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20 comentarios:

César Abreu dijo...

Es cierto que mi sueño era ser empleado de la Municipalidad, ahora ya tengo demasiados años, pero la explicación suya no me resulta familiar.

Silvano Donhouser dijo...

El servicio a nuestra patria puede hacerse desde la defensa del territorio, la defensa de la seguridad interna, la defensa de la salud de los habitantes y todos los demás actos administrativos que requieren el buen uso de los fondos públicos.

Es una tarea muy abnegada y no comparto su definición de por qué alguien puede tener esa vocación.

Creo que usted se refiere a una minoría de la cual sería preferible desprendernos.

Psic. Wilfredo Bridger dijo...

Vengo leyéndolo desde hace meses y hoy (DÍA DE LOS TRABAJADORES. SALUDOS A TODOS Y TODAS!!!) tengo tiempo de comentarle que lo malo no es el dinero sino EL AMOR AL DINERO.

Para mí, todo amor dirigido a algo que no sea humano, es un desplazamiento perverso, como la zoofilia o el fetichismo.

Roque Irigoitía dijo...

Como cualquier otra energía, el dinero debe fluir armónicamente. Lo comparo con el viento, las corrientes de agua, la electricidad, el calor. Cualquiera de ellas son benéficas cuando están en armonía y desastrosas cuando no lo están.

No sé qué tiene que ver quién nos paga o a quién le cobramos. Me parece que las dificultades con esta energía no pasan por su origen o su destino sino por el equilibro con que fluya.

Marina Lecueder dijo...

Si hablamos de la relación que puede haber entre el dinero y el cuerpo, me recuerdo del ascetismo. Necesitamos alimentar, abrigar y cuidar a nuestro cuerpo, día tras día. Para algunos de estos propósitos es necesario el dinero. Éste pueden dármelo o puedo pedirlo, pueden regalármelo o ganármelo. Esta todo bien si a todos nos hace bien.

Delia N. dijo...

Ya que tu dejas volar tu imaginación para encontrarle solución a la pobreza enfermante, te aporto mi granito de arena: Queremos ser del servicio civil porque todos soñamos con ser hijos de un padre rico y benévolo, que tolere nuestra rebeldía sin cortarnos los suministros materiales.

Te gustó? Tengo más. jaja

Lauro Stonovich dijo...

La principal causa por la que queremos trabajar para una empresa del Gobierno es que los gobiernos no dan quiebra y seguramente no perderemos el trabajo. Se trata de un asunto de seguridad de la plaza laboral.

Fagundez dijo...

Los empleados equivalen a un dolor de cabeza cada uno. No me gusta el dolor de cabeza, pero no tengo más remedio que soportalos.

REnato Bacino dijo...

Usted se refiere a mayorías y me parece que hay más personas capaces de manejar máquinas que líderes, entonces, tener empleados es para lo muy pocos que saben conducir rr.hh.

Natalia dijo...

El otro día escribió algo sobre el sudor: Ud la tiene con el cuerpo. Es muy ardiente acaso?

Marí Antonieta dijo...

El dinero siempre es sucio porque uno no sabe en qué manos anduvo. El dinero que recibimos del Estado se supone que está recién imprimido y si lo entrega un automático, más tranquilidad todavía.

CHECHU dijo...

NO CREO EN SUS PROPIAS ENCUESTAS.

Diógenes dijo...

Necesito recolectar todo lo que puedo porque soy muy pobre. Todo lo que tengo aquí en mi casa vale. Tengo que ir vendiéndolo de a poco porque no sale mucho la venta. Los vecinos dicen que huele mal ¡imagine entonces como huelo yo! ¡qué falta de comprensión!

Peluche dijo...

Recibir dinero de personas de carne y hueso me impresiona!

Franz dijo...

Antes para mí ser empleado estatal era pura mediocridad. Luego comprendí que era una opción sensata. Más adelante accedí a un cargo de confianza. Ahora soy un patriota.

Hispan Consult dijo...

La empresa que le hace las encuestas entre los hispano-parlantes comprende su actitud combativa al negarse a aceptar nuestros depósitos, mas comprenda ud que ya no contamos con personal que realice la cobranza.

Rubén dijo...

En la empresa nunca son los dueños los que te pagan, recibís el dinero de los compañeros que hacen la administración, por qué la complica tanto.

Pae Donatto Cotún dijo...

La culpa de todo la tienen Adán y Eva. Antes recibíamos todo lo necesario de la naturaleza. Ahora la naturaleza está enferma ¿y cómo empezó todo esto, eh? Por hacer lo que no se debe ¿y qué es lo que no se debe hacer? Está clarísimo, no hay que preguntar, no hay que comprender, no hay que saber. Ud con sus blogs lo único que hace es repetir una y otra vez el pecado original.

Necro Fago dijo...

No entendí qué es lo que pasa con los cuerpos de los clientes.

Nentendí Nadal dijo...

¡Las únicas personas de carne y hueso son sus pacientes! ¡A qué se debe este ataque gratuito!