jueves, 22 de abril de 2010

Las fantasías posibles

Una fantasía muy popular surge a partir de la pregunta ¿qué haríamos si recibiéramos una gran cantidad de dinero (lotería, herencia, casualidad)?

Quizá una primera respuesta incluya la cancelación de todas las frustraciones.

Compraríamos objetos necesarios, contrataríamos servicios largamente postergados, demostraríamos de forma tangible nuestro amor por ciertas personas: «comprarle una casa a mis padres», «instalarle un negocio a tío Rodrigo», «regalarle a Susanita una cirugía estética».

Todas estas resoluciones serían tomadas con un estado de ánimo muy alegre.

Conocemos distintos grados de alegría.

Cuando la felicidad es muy grande, uno pierde la conducta habitual, se descontrola, puede llegar a realizar actos extravagantes, como cambiar la forma de vestir, de hablar, de respetar los usos y costumbres del grupo.

En este estado, es posible que tampoco podamos controlar el flujo de nuestras ideas y que padezcamos una excitación desagradable.

Alguna vez habremos sentido vergüenza ajena como observadores de personas drogadas que, cuando recuperan la estabilidad, no paran de pedir perdón a todos los afectados por sus excesos.

Sabemos que hasta la mayor fortuna puede acabarse y la pregunta entonces es ¿cómo me sentiría nuevamente pobre?

Estos pensamientos pueden ser un tema de conversación divertido entre amigos y también pueden ser las reflexiones que hacemos cuando las penurias económicas se ponen dolorosas.

He observado que la suposición de estos escenarios de prosperidad, terminan con un dejo amargo en quienes temen gozar, divertirse, alegrarse, disfrutar de la vida.

Algunos, diseñan sus fantasías realzando todos los malestares imaginables derivados de la holgura económica.

También es probable que se imaginen observados por un alguien muy importante (Dios, el padre, la madre), compitiendo contra ricos exitosos y ganándoles sobre la hora con un inesperado dictamen, que ratifique de forma rotunda, contundente e inapelable, la sabiduría de haber optado por la pobreza.

●●●

.

15 comentarios:

Susana Alegre dijo...

Eeeh!no me molestaría que me incluyan en una cirugia...je!
Tengo pensado lo que haría si me gano la loteria que "no juego"...sin ninguna pena, ni amargura.
Si algun dia sucede espero no caer en la necedad...

Sabrina dijo...

Para mí el regalo más grande que me proporcionaría la holgura económica, sería la libertad de hacer u obtener cosas que me gustan y la paz que te da saber que no tenés porqué endeudarte.

Evaristo dijo...

Sin duda que si de manera inesperada recibimos una gran cantidad de dinero, vamos a estar siendo observados, en cada uno de nuestros actos, por la gente más cercana a nuestro círculo de vinculaciones.

Yessi dijo...

Que observen lo que hago con mi fortuna, me importa un bledo.

Evangelina dijo...

Si obtuviese una gran cantidad de dinero, mandaría construir una iglesia maravillosa, en el barrio más pobre de la ciudad.

Sebastián dijo...

Le recomendaría a Evangelina que esa iglesia maravillosa no tengo objetos de mármol ni de bronce; por las dudas vio.

Octavio dijo...

No creo que haya malestares derivados de la holgura económica.
Es probable que sea otra la historia, si sos una de las personas más ricas del mundo.

Tiago dijo...

Conozco unas cuantas personas que están vacunadas contra la euforia. Eso no sería demasiado grave. El tema es que así comienza la enfermedad, pero con el paso de los años, se vuelven inmunes a la alegría.

Mariana dijo...

Nunca entendí cuál es la virtud que hay en la pobreza.

Rosana dijo...

La persona que dilapida una gran fortuna, tiene problemas psicológicos.

Celeste dijo...

Mi sueño sería despertarme al amanecer en una cama así, junto al hombre de mi vida, en una playa tropical deshabitada. Correr hacia las aguas cristalinas y sambullirme en el agua templada.

Isabel dijo...

El acelere que ud menciona, que no permite controlar el flujo de las ideas, genera mucho malestar. Quedais presa de un temblor interior, respiras hondo, quieres caminar lento, pero parece que estuvierais empujada desde una cuerda que te lleva del cuello.

Segismundo dijo...

Es imposible cancelar todas las frustraciones.

mandela quincke dijo...

estimadísimo fernando
leí la primer enseñanza y despertaste mi conciencia.
bien notable genial suspicaz, sensual, aut óctoño, como ninguno, único, bravo, revolucionario, casi ingobernable, cómo un caballo que te lleva al trote y al galope pero no se desboca por el jinete que lee la prosa.
en fin, brillante saber que en este mundo hay alguien - tú - uno tan desconocido para mi limitado alcance de la cultura - que se ve tan cuerdo y que no puedo decifrar la verdadera locura de su real locura de escribir con tanta expresión.
es bueno ver, tiene que ver con expresar el Amor que se respira.
desde goy, respiraré un poco de ese aire fernando que vos mismo respirás.
una alegría, abz gde y grs

mandela quincke dijo...

estimadísimo fernando
leí la primer enseñanza y despertaste mi conciencia.
bien notable genial suspicaz, sensual, aut óctoño, como ninguno, único, bravo, revolucionario, casi ingobernable, cómo un caballo que te lleva al trote y al galope pero no se desboca por el jinete que lee la prosa.
en fin, brillante saber que en este mundo hay alguien - tú - uno tan desconocido para mi limitado alcance de la cultura - que se ve tan cuerdo y que no puedo decifrar la verdadera locura de su real locura de escribir con tanta expresión.
es bueno ver, tiene que ver con expresar el Amor que se respira.
desde goy, respiraré un poco de ese aire fernando que vos mismo respirás.
una alegría, abz gde y grs