domingo, 17 de octubre de 2010

El coronel no tiene quien le gane

En otro artículo (1), dije que mi cerebro está configurado para pensar que la educación que recibimos los civiles, está en función de lo que necesitan los militares para ejercer su rol.

En forma refleja, esto me autoriza a decir que los militares, son educados en función de cómo estamos educados los civiles.

Por eso algunos dicen, quizá en un tono algo irónico, que «los pueblos tienen los militares que se merecen».

En suma 1: Las naciones tenemos armonía. Sus integrantes (ciudadanos), cual células de un organismo viviente, tienen un formato y un desempeño que sintoniza con el resto.

En el artículo referenciado, también decía que los militares cumplen sus objetivos mediante la fuerza, tanto física (actuando directamente), como disuasiva (amenazando, haciendo alarde de poderío, disuadiendo).

Como un estamento y otro de las sociedades, parecen estar cuidadosamente separados —al punto que está en la mente de una mayoría de ellos, un sentimiento de desconfianza recíproca—, las buenas ideas, las mejores prácticas, los mejores procedimientos que están en uno, difícilmente también estén en el otro.

¡Aguarde! Verá que esto se aclara enseguida.

Entre los civiles, tenemos la idea de que la calidad triunfa sobre la cantidad, suponemos que el saber triunfa sobre la ignorancia o que la paciencia triunfa sobre la impulsividad.

Entre los civiles también creemos, que una empresa llega a ser exitosa cuando cuenta con trabajadores de probada buena conducta, con la mejor capacitación estudiantil y con más inteligencia que astucia.

Entre los militares lo que importan son los resultados: repeler, defender, evitar, conquistar, extinguir, resolver definitivamente.

Como digo al principio, civiles y militares quizá seamos educados para ser diferentes y hasta con valores opuestos.

En suma 2: El enfrentamiento a nuestros competidores (laborales, comerciales, industriales) ¿será más efectivo con criterios civiles o militares?

(1) La obediencia debida

Nota: La imagen es una escena del film norteamericano A few good men (Cuestión de honor - 1992), en el que Tom Cruise y Demi Moore representan a dos abogados militares. El argumento discute el concepto de obediencia debida en un caso de homicidio.

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6 comentarios:

Tiago dijo...

Cuando hay un desfile militar, todos vamos a mirar y llevamos a nuestros niños con banderitas.
Será que seguimos pensando que los militares sólo están para defendernos?

Orosmán dijo...

De hecho el enfrentamiento con los competidores laborales se hace mayormente utilizando criterios militares.

Javier dijo...

En la empresa lo que importan son los resultados.

Anónimo dijo...

Javier y Orosmán están dando a entender que todos los empresarios son salvajes. Como descartando que los resultados sean buenos si se respetan los derechos de los trabajadores.

Chapita dijo...

Somos educados en la tolerancia para insertarnos en un mundo intolerante. Así cualquiera se vuelve loco!

Roberto dijo...

Cuando mi jefa, una pendeja de 28 años, agita su mano con la palma hacia arriba gritando "quiero resultados", me dan ganas de apretarla contra la pared y mostrarle cuál es el resultado de su seducción fálica.