jueves, 28 de octubre de 2010

Padres hay muchos

Los niños vienen al mundo con un código que debe ser enmendado al poco tiempo de nacer.

Si bien es la madre la que realiza las primeras intervenciones formativas (educadoras, culturizantes, disciplinadoras), en nuestro fuero íntimo entendemos que esa función, es una función paterna.

En todas las épocas, las generaciones de adultos se quejan de la rebeldía ingobernable de los niños y jóvenes, repitiendo aburridoramente que «todo tiempo pasado fue mejor».

Esto es radicalmente falso: enfrentarse a las preferencias naturales de un niño da tanto trabajo como enfrentarse a una inundación, un terremoto o un huracán.

Sucedió, sucede y seguirá sucediendo de esta forma.

El niño siente miedo del padre (figura paterna, ejercida por quién ocupe ese rol, sin importar de qué sexo sea).

El padre no sabe cómo hacer para que le obedezcan, para que no cometan tantos errores, transgresiones, insolencias.

En la Edad Media era así y cuando tengamos una sucursal de la Tierra en otro planeta, también será así: Ellos nos temen y los adultos nos sentimos impotentes.

Esta situación de convivencia y desentendimiento, se replica (aparece de nuevo), cuando aquel niño sale al mercado a buscar trabajo para formar su familia.

Cuando le va bien, piensa que acertó con lo que quería el padre (mercado) y cuando pierde dinero, cree que no entendió al padre y por eso este lo castiga.

Esta situación también se reproduce en las personas religiosas, en las que Dios es el padre: no se sabe que quiere exactamente, pero a veces premia y otras castiga.

Cuando los religiosos tienen suerte, dan gracias a Dios y cuando tienen mala suerte, reflexionan para averiguar qué pecado cometieron.

La relación padre-hijo más imprevisible, es la que tienen los jugadores con el azar.

Los jugadores prefieren los castigos a los premios. ¡Son gustos!

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12 comentarios:

Roque dijo...

No señor. El padre le teme al niño.

Anónimo dijo...

Si quiero gastarme el dinero en la timba es asunto mío. No se trata de castigos, hago lo que me gusta porque la vida es una sola.

Carolina dijo...

Si el Licenciado no está condenando a nadie! Qué susceptible está la gente.

Fulgencio dijo...

Decir que Jesús fue concebido sin pecado... significa que el coito es un pecado? Y qué es un pecado, reproducirse o sentir placer? Reproducirse no puede ser pecado porque Jesús dijo que nos reprodujéramos. El pecado debe de ser sentir placer.
Ta clarísimo!
Elegimos la pobreza patológica para no pecar con todos los placeres que nos puede dar el dinero.

CHECHU dijo...

NO BUSCO TRABAJO PARA FORMAR FLIA

Evangelina dijo...

Mi mala suerte no es pecado, son pruebas que me pone Dios para fortalecerme.

Maruja dijo...

Está visto que Ud gana premios porque no es un jugador.

Pichi dijo...

Con razón siempre sentí que mi padre no me entendía.

Gualberto Machín dijo...

Impotente se sentirá usted. Yo nunca fui impotente y tampoco le temo a nada.

López dijo...

Creo que sólo funciono como figura paterna con mi perra Lucy.

Yoel dijo...

Nuestra madre primero, y nuestro padre después, son los embajadores culturales que nos adaptan para vivir en sociedad y nos arruinan la vida.

Luciana dijo...

Es fácil decir que todo tiempo pasado fue mejor, porque uno no lo vivió.