martes, 19 de octubre de 2010

El salario de Lassie

Desde hace milenios, algunos perros dejan en suspenso sus rasgos salvajes caninos, para adherir a los rasgos salvajes humanos.

Perros y lobos son genéticamente casi idénticos. Ambos pertenecen a la familia de los Canidae.

Esta afinidad de comportamiento no depende de la forma exterior de sus cuerpos (porque somos muy diferentes), sino de algo menos visible, como podrían ser los sistemas nerviosos centrales de ambas especies.

Me enteré no hace mucho, que para adiestrar a los perros, existen algunas ideas que todo entrenador utiliza.

La más interesante (por llamarlo de alguna manera), es que el perro tiene que estar con hambre.

Además, debe saber que la comida no está lejos. Convendría que la olfatee.

Es aconsejable que sea alimentado con horarios fijos, en dosis suficientes pero no excesivas.

Esa comida debe ser interpretada como un premio por haber cumplido con las órdenes dadas por el entrenador.

Repito: los premios-alimenticios no deben ser demasiado abundantes. El perro, por mejor que se comporte y obedezca, no tiene que hartarse comiendo premios.

Hay que tener en cuenta que la alimentación debe ser agradable, apetitosa, muy atractiva. Escasa pero deliciosa.

Los ejercicios de entrenamiento no deben ser abrumadores, aburridos, mortificantes.

Da buenos resultados intercalar algunos ejercicios sencillos entre dos muy exigentes.

La incorporación de ejercicios nuevos y difíciles, debe hacerse en forma gradual, progresiva.

Si se aumenta repentinamente la exigencia, eso hará que el animalito tienda a rehusar el entrenamiento, no preste atención, pierda entusiasmo.

Las sesiones de entrenamiento deben finalizar con ejercicios que notoriamente le agradan para seguidamente, entregarle su premio-comida.

Esto le condicionará para pensar que adiestrarse es divertido y delicioso.

En suma: Desde el principio del artículo —donde digo que los perros deben estar con hambre—, todo se parece mucho a cómo son tratados los pobres.

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8 comentarios:

Alicia dijo...

Los pobres pueden estar con hambre de alimentos, de estatus, de respeto, pero cuál sería el premio que recibirían? qué sería lo que están aprendiendo?

Ernesto dijo...

El perro con hambre obedece al amo que le dará de comer.
El pobre con hambre obedece al empleador que retribuye injustamente su trabajo (por no decir explota, porque queda muy sesentoso y parece que ya fue)porque es lo que tiene para comer.

Evaristo dijo...

Aunque los sistemas nerviosos centrales de ambas especies sean diferentes, tienen comportamientos similares. La defensa del territorio es uno de los comportamientos refinados que tenemos en común.

Germán dijo...

Recuerdo los períodos de exámen en el liceo. Eran de una exigencia muy alta, porque no estaban planificados con el tiempo suficiente entre uno y otro, es decir, no daban tiempo para el descanso, ni podían ordenarse por niveles de dificultad, y los premios estaban estandarizados, no contemplaban el progreso individual.

Yoana dijo...

Ojalá los pobres fuéramos tratados como esos perros!

Óscar dijo...

Creo que a el Licenciado se refiere a la manipulación que se hace de los pobres. Aunque todos somos manipulados de una u otra forma, y no necesariamente por personas con mayor poderío económico. Nos manipulan niños, ancianos, gobernantes, pobres, enfermos, violentos, estafadores, chorros, vendedores, publicistas, familiares, amigos, parejas, jefes... quién queda afuera?

Eduardo dijo...

Todo entrenamiento humano sigue un método parecido, pero el sistema de premios lo administramos deficitariamente.

Rogelio Dog dijo...

Conviene hacer caso para agilitar el trámite.