Si hay algo que me avergüenza es no ser todopoderoso.
Por la misma causa, me resulta insoportable tener que pedir por favor en vez de exigir.
Estas consideraciones me sumen en una profunda tristeza. Me veo desvalorizado.
Claro que si digo «desvalorizado», es obvio que estoy haciendo comparaciones.
En este caso lo que me perturba es sentirme menos valioso que alguien.
Luego de pensar con quién me estoy comparando, he llegado a la conclusión de que me comparo con alguien que no existe sino que es alguien cuya existencia yo imagino, que nunca pude conocer o saber dónde está.
En mi cabeza tengo modelos que me enseñaron en mi hogar, en la escuela, en mi trabajo, en el club, mis amigos.
Esos modelos son inventados, obras de ficción, son productos de la fantasía como los héroes de Walt Disney o las hazañas de Batman y Robin.
Esta forma de pensar que tengo ha estado complicándome la vida durante años porque he tratado de parecerme a alguien que no existe.
Ese héroe imaginario nunca se angustia, no necesita mentir, difícilmente busque dinero porque es tan maravilloso que la gente le regala lo que necesita para vivir.
Lo que más me llama la atención de este personaje con el que me comparo y me siento desvalorizado, es que no aprovecha las oportunidades que se le presentan.
Cada vez que llega a un lugar, encuentra muchas personas adorables que padecen un problema causado por algunas personas despreciables, y él (mi modelo, a quien quiero parecerme), se dedica con pasión a resolverle el inconveniente a estos desconocidos.
Casi nunca se equivoca, los malos le temen y los buenos lo adoran.
Está claro: siempre estoy desganado, triste, sin ganas de trabajar porque intento algo imposible.
¿Me querrán si sólo soy una persona real?
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12 comentarios:
Por supuesto que te van a querer igual, más cuando vean la similitud que existen entre ambos.
Primero defíname real.
Discrepo con el adjetivo de adorables que le pone a las personas con problemas que tengo que socorrer. Seamos francos: son una manga de inútiles que me rascan el lomo para que los mantenga seguros.
Me da miedo de que si aprovecho las oportunidades, luego ellas se ensañen conmigo.
Los malos le temen y los buenos lo adoran... uy! entonces no lo quiere nadie.
Mi modelo es una gata que cobra en dólares pero vale lo que cuesta (cuando se acuesta).
Cuando demuestro que no preciso mentir me convierto en una persona despreciable.
Para solucionar inconvenientes siempre hay que cobrar.
Dios está en nosotros para que despleguemos frente a Él nuestra divinidad. Sed Dioses! Sed felices!
Evangelina siempre despierta mi sed de venganza.
Mi hijo a los dos años había aprendido a pedir "por favor" y era adorable. Pasaron 10 años y ahora hay que pedirle a él "por favor" y es insoportable.
No se puede abolir el YO IDEAL.
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