El perturbador impulso erótico provocado por las hormonas infantiles y juveniles, puede generar repudio hacia el propio cuerpo.
La ciencia es la rama del saber que nos promete certezas, verdades, seguridad.
Es probable que la «Señora Ciencia» sea una dama presumida, pretenciosa y altamente seductora, que en los hechos no es mejor que miles de señoras que han gestado y criados hijos verdaderos, sin tanta publicidad.
El prestigio de esta «Señora» se debe a que efectivamente tiene algunos logros, pero sobre todo porque dice ser totalmente racional.
Gran parte de la humanidad cree en que el razonamiento es infalible a pesar de que no ha podido terminar con la diferencia entre pobres y ricos.
El Señor Psicoanálisis no es ni mejor ni peor que la Señora Ciencia pero es bien distinto porque no cree demasiado en el razonamiento, muchos menos en el libre albedrío y supone que sólo podemos pasar de una hipótesis a otra aceptando que la verdad definitiva y concluyente es utópica (ideal, imaginaria, inaccesible).
Les contaré una locura psicoanalítica.
Millones de personas creen que fueron violadas o víctimas de un abuso sexual (1).
Es cierto que esto pudo ocurrir (es verosímil), pero existen suficientes argumentos para pensar que el origen de ese «recuerdo» es pura imaginación provocada por otro hecho bastante diferente.
Nuestro cuerpo infantil se excita eróticamente, tiene deseos sexuales que la psiquis no puede procesar adecuadamente por su inmadurez y porque la cultura reprime severamente esos impulsos.
Por estos desafortunados acontecimientos puede ocurrir que algunas personas sientan que su cuerpo es un enemigo, algo que las pone en problemas, que les generan angustia.
Si razona de esta forma, difícilmente tendrá ganas de darle calidad de vida a un enemigo.
En suma: algunas formas de pobreza están causadas por una mala relación con el cuerpo.
(1) Lo que otros afirman que me conviene
El dolor natural y la culpabilidad imaginaria
La violación metafórica
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8 comentarios:
Y podemos desear lastimar a ese cuerpo que nos genera repudio. De muy distintas formas, entre ellas, obligándolo a ser pobre.
La ciencia es la rama del saber que nos promete cervezas, cerezas y (verdades).
Justo ahora, que todo es cultural, a la ciencia se la deja afuera de la cultura.
Ud dice que la Señora Ciencia es seductora porque no conoce a la Señora Falencia.
Nada peor que dormir en el enemigo.
Creo que los niños podrían procesar fácilmente sus deseos sexuales. El problema es puramente cultural, no de la inmadurez de la psiquis.
El Señor Psicoanálisis nunca se queda satisfecho, pero se toma todo con más naturalidad.
Si el cuerpo da placer, ta cantado que te pone en problemas.
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