La mayoría de los ciudadanos estamos «diseñados» por la cultura, que a su vez está «diseñada» por
los gobernantes.
En un mundo desarrollado, no existiría el
intercambio de regalos, pero no existiría porque los ciudadanos lo
considerarían una práctica propia de la infancia.
El planeta entero está sub-desarrollado pero
vamos camino a salir de este estado.
Por ahora, nuestra cultura alienta el
desarrollo muscular pero frenando el desarrollo emocional. Por este motivo una
mayoría funcionamos como máquinas de producir y reproducir mientras que una
minoría tiene la suerte de desarrollarse en forma uniforme: esos pocos crecen
en forma integral, sin atrofias programadas del desempeño intelectual.
Hasta hace poco tiempo, en China era un rasgo
de belleza muy valorado la pequeñez de los pies de las mujeres. Para lograrlo,
les aplicaban vendajes que impedían el desarrollo normal. Finalmente, la mujer
adulta (y hermosa) podía calzar zapatitos de niña que enardecía a los varones.
Esa misma práctica continúa aplicándose a los
ciudadanos del siglo 21, educados obligatoriamente en colegios regidos por
criterios centralmente determinados, con los cuales «es hermoso un cerebro de mosquito en un
cuerpo alto y musculoso».
Los
gimnasios tienen más trabajo que los clubes literarios, que las conferencias,
que los concursos de matemática. Los deportes atraen a millones de personas y
las charlas filosóficas atraen a decenas de personas.
Nueve de
cada diez personas que lean estas cifras, probablemente piensen: «¡Ocurre lo
que debe ser! ¿A quién puede importarle la filosofía?»
La cultura
funciona así: mediante un paciente trabajo de persuasión, los gobernantes
pueden diseñar, implementar e implantar un cambio cultural en cinco o diez
años.
Pero los
gobernantes, ideólogos y publicistas tampoco tienen la última palabra. Ellos
diseñan nuestra conducta pero también están gobernados: por la naturaleza, la
suerte, los fenómenos naturales, las coyunturas históricas.
(Este es el
Artículo Nº 1.577)
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15 comentarios:
En muchas Universidades de los países desarrollados, el desempeño deportivo está altamente valorado. Y esos son países desarrollados!!! En algunos países subdesarrollados o en vías de desarrollo ocurre lo mismo. Aquí en Uruguay, a pesar de que se está trabajando en revertir la situación, la gimnasia y los deportes (salvo el fútbol y el basquetbol)siguen estando poco desarrollados. Además es notoria la casi indiferencia hacia las disciplinas olímpicas.
Para mi gusto habría que armonizar más el desarrollo deportivo. Es notoriamente importante para niños y jóvenes un buen desarrollo físico.
De acuerdo con Javier, pero no confundamos, el desarrollo de una nación no pasa por el desarrollo deportivo. Ciero que los deportes educan en la competencia, pero sobrevaloran el desarrollo físico en desmedro del desarrollo intelectual. Por otro lado, educar en la competencia y el resultado de perder o ganar (blanco o negro), no me parece una buena política. Quizás sí lo sea para el mundo en el que vivimos, pero si queremos cambios favorables, creo que tendríamos que educar en la colaboración.
Hace tiempo que se viene planteando en estos blogs una defensa del capitalismo, de la libre competencia y de la inconveniencia de la solidaridad como factor infantilizante.
Volviendo al planteo de Sandra39, creo -junto con Fernando- que el desarrollo intelectual se deja de lado (al menos en nuestras culturas occidentales e hispano parlantes). Se enseña a estudiar lo que dijeron otros, pero poco se enseña a pensar por si mismo.
Dicen que la filosofía es la madre de todas las ciencias. El deseo humano de saber es irrefrenable -casi-. Casi porque a veces lo trancamos o anulamos. Filosofar nos lleva a pensar acerca de los grandes temas que nos implican. Si lo hiciéramos más a menudo, adoptaríamos posturas más inteligentes y maduras.
La cultura está diseñada por los gobernantes!!!
NO.
Los gobernantes están diseñados por la cultura; como cualquier mortal.
Si somos un todo ¿por qué separar el desarrollo muscular del desarrollo intelectual?
No sé Euge, pero los grandes pensadores de nuestra Historia no eran atletas.
Mieres dice: ¨nuestra cultura alienta el desarrollo muscular PERO frenando el desarrollo emocional¨. No opone el desarrollo muscular al desarrollo emocional. Además habla de desarrollo EMOCIONAL, no de desarrollo intelectual.
El desarrollo intelectual está íntimamente vinculado al desarrollo emocional.
Tengo un recuerdo imborrable de mi infancia. Estaba pintando con mi prima en libritos de colorear. A las dos nos pasaba que las los colores se nos salían del contorno del dibujo. Mi prima se enojaba. Ella quería hacerlo bien, manejar mejor los lápices (su motricidad fina) para que eso no le ocurriera. Yo le dije ¨no importa, las rayas que salen afuera son colas de cometas¨. A partir de mi negación de la realidad: no podía hacer lo que quería, me inventé eso de las cometas. Puede que ese mecanismo de defensa me haya ayudado, pero seguramente en otros casos me habrá perjudicado. Es decir, mi desarrollo intelectual estaba siendo frenado por mi inmadurez emocional.
Parece que a los chinos les gustaban las mujeres adultas que seguían conservando rasgos infantiles. A pesar de su cultura milenaria pensaban así.
Tengo entendido que la mujer china, así como la japonesa, todavía sigue relegada (regalada)a un segundo plano, respecto al varón. ¿Por qué regalada? Porque su belleza y su sabiduría sexual estaba en función de los varones. Ellas eran un ¨regalo¨ para los varones. Ese regalo era correspondido con altas remuneraciones. La geisha japonesa era muy bien paga. Los hombres debían pagar esos regalos. Claro que no eran regalos, eran servicios. ¿Pero cuántos servicios son entendidos como regalos?
No veo por qué dice que el planeta entero va a salir del sub-desarrollo. Deme pruebas.
La Asociación Cristiana de Jóvenes (institución deportiva, cultural y recientemente también educativa, uruguaya), cuyo logotipo es un triángulo con el vértide hacia abajo, dice en la base ¨alma¨, en el lado izquiero ¨cuerpo¨ y en el derecho ¨mente¨.
Acá el dualismo cartesiano aparece aumentado, además de separar cuerpo y alma, separa la mente del cuerpo. Se me podrá objetar que cada uno de esos elementos forman una unidad; el triángulo. De todos modos, aunque unidos, cada lado es un lado diferente. A pesar de que esta institución busca -con grandes méritos- un desarrollo integral de la persona, sigue entrampada, como todos nosotros, en una visión errónea del ser humano.
Le contesto a Ernesto que en el último párrafo Mieres aclara: ¨los gobernantes, ideólogos y publicistas tampoco tienen la última palabra. Ellos diseñan nuestra conducta pero también están gobernados¨ (...).
Estoy de acuerdo con Fernando en que gobernantes, ideólogos y publicistas pueden implantar un cambio cultural en cinco o diez años. Siempre volvemos al mismo ejemplo porque rompe los ojos: ellos han logrado bajar en cinco años, de forma notoria, el consumo de cigarros, aquí en Uruguay y creo que también en muchos otros países.
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