Describiré a un mediocre corriendo el riesgo de ser autobiográfico.
La característica principal es el miedo. ¿A qué? A los demás, a la sociedad.
Los mediocres son —y necesitan ser— normales. ¿Por qué? Porque normal es todo aquel que tiene particularidades que tiene la mayoría. De esta manera evitan el miedo a la sociedad.
Cómo son la mayoría (o sea los «normales»).
1) No soportan hacer el ridículo;
2) Consideran que los fracasos son accidentes terribles y evitables.
3) El éxito es imprescindible;
4) Tomar riesgos es patológico;
... y en casos muy agudos, se agrega también el punto
5) La muerte es evitable (tomando ciertas precauciones).
Si usted posee por lo menos dos de estas características, es mediocre. La buena noticia es que también se puede vivir muy bien siéndolo.
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18 comentarios:
Parece que describiera a un tímido (o sea yo).
La persona que logre zafar del miedo al fracaso, puede llegar a cualquier altura.
Para mí, si no fuera porque el fracaso me da miedo, no haría las cosas bien y esto es inconveniente. NO ENTIENDO.
A veces pienso que tengo miedo porque pienso que me voy a traicionar en el peor momento. Me tengo miedo a mí, o desconfianza.
Es todo morbo. Mi hermano es un cagón porque cuando va a hacer algo piensa en 1000 cosas que le pueden salir mal, pero no se da cuenta que después, en el peor de los casos, sólo una de las 1000 le saldrá mal. Las otras 999 no suceden.
Según me dijeron yo pienso en todo lo malo para justificarme el no hacer nada que es lo que quiero desde un principio.
Quizá yo soy un paranoico pero siento que la gente me tiene amenazado de que si me llega a ir bien se vengará de mí de la peor forma.
Cuando tengo algún mínimo acierto, trato de ocultarlo. Mi novia me comprende porque estuvo un tiempo aplastándose los senos con una faja porque temía que le hicieran un daño de tal lindo que los tiene.
Los mediocres existimos porque hay una minoría que hace las cosas mejor que nosotros. Si ellos no estuvieran, nosotros seríamos una mayoría de gente inteligente. Entonces, somos mediocres porque unos pocos nos perjudican con su excelencia. Pasa lo mismo con los pobres: lo son sólo porque otros tienen más (y no porque se lo hayan robado a los pobres).
Considero que una de las valentías más grandes es hacer de acuerdo al leal saber y entender, barajando la posibilidad de enfrentarse al ridículo, sin anularse por eso.
El fracaso y el éxito son reales, contundentes, pero no por eso dejan de ser, al mismo tiempo, relativos.
Los fracasos ni son accidentes, ni se pueden evitar. Observe a un niño cuando aprende a caminar.
El éxito deja de ser imprescindible cuando algo o alguien te llena el corazón.
¿Cómo se puede vivir sin tomar riesgos? Los tomamos todo el tiempo, todos los días.
¡festejen uruguayos, festejen! la Euge hizo una pregunta, sí, pero de inmediato agregó una afirmación. ¡vamo arriba que se puede!
Conozco alguna gente que vive como si nunca se fuera a morir. Tienen tantos cuidados y precauciones para consigo mismos que terminan estableciendo una verdadera burocracia interna para vivir.
Siendo mediocre se puede vivir muy bien, siempre que no tengas conciencia de la enfermedad.
Yo tengo mis tiempos de mediocre y mis épocas o más bien mis circunstancias de heroína. Somos una mezcla, che.
Por experiencia digo, que los mediocres no creen serlo y los que valen por lo general lo ignoran.
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