sábado, 11 de octubre de 2008

Jefa si. Pobre no.

En el artículo de ayer titulado Cada vez más iguales comento que las tecnologías informáticas colaboran eficazmente en nivelar la productividad de las personas.

Para ganar lo suficiente ahora es menos necesario que antes ser fuerte, resistente y varón.

Sin embargo, algo mal estamos haciendo porque la población económicamente menos favorecida está compuesta mayoritariamente por mujeres. Pero además, cada vez más mujeres son jefas de hogar y eso hace que a la ineludible responsabilidad biológica de gestar y alimentar con su cuerpo, se agrega la tarea bastante pesada de conducir y sostener económicamente a su familia.

Lo que probablemente estemos haciendo mal es tratar de arreglar los nuevos problemas con viejas soluciones y además ignorando los nuevos recursos.

El modelo de vida que copiamos a nuestros padres no incluye las tecnologías informáticas y de comunicación.

El ejemplo más visible es el teletrabajo. Nuestros padres nunca lo practicaron y resolvieron sus vidas trabajando en una fábrica, en el campo o en una oficina, bajo las órdenes de un patrón mientras que hoy es posible trabajar desde la casa, sin contar con la guía y riesgo de un patrón.

La mujer que prefiera (o que no tenga más remedio que) ser jefa de hogar, ya no está condenada a ser pobre.

●●●

23 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que este problema es demasiado grande como para que sólo se resuelva con la compu.

Anónimo dijo...

Quizá mis hijas o mis nietas lleguen a formarse en esa mente.

Anónimo dijo...

La computadora es un electrodoméstico como una licuadora o una tostadora. Ud la sobrevalora.

Anónimo dijo...

No quiero ser un bicho de mal agüero, pero esto de la pobreza no lo van a resolver ni ud ni nadie. Esto no tiene solución. No se gaste.

Anónimo dijo...

Es un cambio social que se está produciendo, y no creo que tenga soluciones mágicas, sino que hay que adaptarse a las nuevas realidades.Quizás sea el comienzo del fin del patriarcado.

Anónimo dijo...

La carga cultural es muy pesada. Tendrán que pasar varias generaciones para que nuestras neuronas se amolden a estas nuevas ideas, recursos, posibilidades, mentalidades, riesgos, miedos, angustias, amenazas.

Anónimo dijo...

Ya sé lo que va a pasar: surgirá la varonilización de la pobreza.

Anónimo dijo...

En la edad media las familias tenían su oficio y no se les ocurría cambiarlo. Ahora hacemos algo parecido, pero desde la década de los '80 surgieron nuevas posibilidades que no podemos aprovechar por más que le busquemos la punta.

Anónimo dijo...

El teletrabajo se va a convertir en otra selva. Cada vez hay más gente que se sube a ese micro y meterse ahí es muy complicado. No las veo a las mujeres cambiando pañales y contestando un mail.

Anónimo dijo...

Las mujeres estamos mejor ahora que antes. ¿Por qué no podemos algún día estar tan bien como los hombres? No es impresincible ser pesimista!

Anónimo dijo...

¿Trabajadoras jefas de hogar? Estamos entrando en una matriarcado por incapacidad de los hombres. Ya tenemos bastantes responsabilidades como para agarrarnos una más. Esto es un retroceso.

Anónimo dijo...

Trabajar dentro de tu casa es doble estrés. Te interrumpen todo el tiempo, se pierden papeles y además no tenés la posibilidad de cambiar de ambiente, de ver otra gente. Sin darte cuenta cada vez te vas encerrando más.

Anónimo dijo...

Las tecnologías informáticas son también muy útiles para los que tenemos algún nivel de discapacidad.

Anónimo dijo...

Admiro a la gente vieja que se beneficia de la informática. Muchas veces me pregunto si yo seré capaz, durante mi vida, de ir incorporando las nuevas tecnologías que aparezcan y me sean útiles.

Anónimo dijo...

Viví una época en que la resistencia y la fortaleza eran tu pasaporte de vida o muerte.

Anónimo dijo...

Yo también, y en Punta Rieles éramos todas mujeres.

Anónimo dijo...

A la mujer le falta tiempo para poder ser trabajadora, madre, esposa y ama de casa. Las horas no le alcanzan pero igual trata de cumplir con todo como puede. Y como muchas veces no puede muy bien, porque la tarea es titánica, junta rencor y se deprime. Elige atender las necesidades de los otros para evitar culpas y recriminaciones, entonces termina postergándose, llenándose de bronca que se vuelve contra sí misma, quitándole las ganas de seguir.

Anónimo dijo...

No sólo las mujeres se postergan, los hombres hace siglos que venimos dejando la vida para sostener el hogar.

Anónimo dijo...

Hace 3 años que vengo aprovechando todo curso gratuito de computación que aparezca. Soy pobre, pero en lugar de quejarme busco salidas y valoro lo que se me brinda. Desde este año, por ej., tenemos una computadora en casa por el Plan Ceibal. Gracias a lo que aprendí, puedo sacarle provecho junto con mi hija.

Anónimo dijo...

La mujer tiene una ventaja sobre el hombre. Su cuerpo está diseñado para pensar en la existencia de otro.

Anónimo dijo...

Hay que volver a la división de tareas por sexos. La mujer el hogar, el hombre el trabajo remunerado. Un espacio compartido para la familia y un espacio para el desarrollo personal.

Anónimo dijo...

Ta difícil Rogelio. Ahora a la mujer le gusta trabajar fuera de su casa y recibir una paga. Por otro lado, ahora el hombre no quiere renunciar a los encantos de darle a su bebé la papilla o jugar mientras le cambia el pañal.

Ruben Ariel Alarcón dijo...

Tanto el estómago como el alma necesitan alimento. Y muchos hombres y mujeres siguen empeñados en descubrir si existe la palabra felicidad, tan esquiva para los ricos como para los pobres.No hay fórmulas para una vida plena, ni se trata de familia,género,trabajo y producción.Creo que, nunca debemos renunciar a la palabra VOCACIÓN, de la cual poco y nada se habla en estos tiempos.-