Haciendo un poco de memoria, tenemos que recordar alguna escena en la que nos sentimos dichosos de ver cómo otro niño era regañado, mientras que nuestra situación era exactamente la inversa: Mientras él lloraba desconsolado, nosotros mirábamos fascinados sintiendo la alegría de no estar en su lugar.
Esto sucede ahora con los anticapitalistas que están fascinados mirando cómo la sede central del capitalismo (Estados Unidos) está padeciendo un estrepitoso fracaso de su doctrina.
Los que ahora disfrutan siempre pensaron que la riqueza generada por la especulación, es una riqueza falsa e inmoral.
Tal fue lo que sucedió en ese país. Ahora se dieron cuenta que el actual colapso de su economía surgió porque se amasaron grandes fortunas en base a endeudamientos, promesas, expectativas pero nunca en base a un aumento de la producción de bienes y servicios: Hoy compro un gato amarillo en 10 porque supongo que mañana lo venderé en 11 y alguien me lo comprará pensando que lo venderá en 12.
Este desastre financiero tiene por causa una patología psicológica. Durante años estuvieron actuando en base a un entusiasmo despegado de la realidad hasta que el delirio chocó contra la realidad: el gato amarillo nunca valió más de 9.
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21 comentarios:
A mi me pasaba lo otro. Veía como mi hermana maldita se reía de que a mí me zurraran. Desgraciada. Todavía la odio. Nunca sirvió para nada.
No deja de ser divertido que a un poderoso a veces le vaya un poquito mal.
Yo no hubiese comprado acciones de ese gato amarillo porque me dan miedo. jajaja
Me parece que los socialistas son anticapitalistas en el discurso pero todos los países que conozco, son capitalistas (excepto Cuba).
La ambición es contagiosa y el bajón también. Vivimos dándonos manija para arriba o para abajo. Más que una sociedad somos una patota de imbéciles.
Los que ganan el dinero fácil hacen que los que trabajamos duro nos sintamos como infradotados. Yo me alegro que a los yankis les vaya mal porque demasiato tiempo ellos me hicieron sentir a mí que yo soy un incapaz.
De todos modos, no le deseo la muerte a nadie. Espero que sufran pero que se recuperen aunque con más humildad.
Mi educación fue más por el cine que por el colegio. Ahora pienso más como un norteamericano que como un paraguayo.
Me crié en un edificio y casi todos los días escuchaba los gritos de una niña a la que castigaban mal. Yo me alegraba y después sentía lástima por ella. Siempre igual: alegría y lástima. Hoy soy una mujer que nada me alegra y quizá tenga que ver con aquellas experiencias.
Vendo gato negro vacunado contra la mala suerte. Oigo ofertas.
No me parece que una crisis implique el fracaso de una doctrina. (Aclaro que no soy capitalista)
El problema está en que como nuestro mundo es un mundo globalizado y el poder está en mano de grandes empresas anónimas multinacionales, lo que pasa en EEUU, esparce su mancha al resto del orbe.
Moraleja: no se deben construir castillos en base a promesas.
Sentir la dicha de no estar en el lugar de quien está padeciendo no significa necesariamente, estar deseándole padecimientos a nadie.
Los que saben dicen que EEUU ya está empezando a salir de la crisis y la que está entrando es Europa.
Si amaso un buen pan a base de endeudamientos, promesas y expectativas, le va a faltar lo principal: el agua, la harina y la sal.
No podemos volver a lo simple, pero podemos sí, en medio de toda esta complejidad, darle su justo valor a un árbol que está creciendo.
La riqueza generada por la especulación es inmoral. Eso también debería explicarse en las escuelas y liceos.
El que tenga un capital que lo invierta en bienes y servicios. Que genere puestos de trabajo. Claro, siempre y cuando, no le tema al fracazo, a volver a empezar.
Es mucho más fácil, Lucía, opinar que hacer. Aunque lo hecho parezca insignificante.
Si alguien disfruta con la caída de la Bolsa de Valores en EEUU, es medio nabo, ta.
Los que aumentan la producción de bienes son los chinos ¡pero que les pasa! ¡están vendiendo leche en polvo con polvo de melamina!
Esto sí es el colmo.
Durante años le dije a mi gata "princesa" y nunca valió más de lo que era. Ni una gata, ni una princesa. Una mujer; mi compañera en la vida.
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