La pedagogía se dedica a estudiar la trasmisión de los conocimientos sobre todo a los niños ya que la palabra nace de «pedagogo» que en su origen definió a quien «está o cuida a los niños».La psicología ha hecho grandes aportes a la pedagogía porque muchas técnicas de enseñanza tienen en cuenta el funcionamiento mental de los niños y de las personas en general.
Por ejemplo la maestra hace una pregunta fácil al grupo de niños, no para enterarse del nivel de conocimientos de ellos sino para evaluar su nivel de maduración emocional.
Algunos niños levantan su mano para informar con este gesto que tienen la respuesta y se quedan esperando a que la maestra los autorice a hablar. Otros niños levantan la mano, la sacuden, se incorporan, le llaman la atención de alguna forma; otros niños directamente gritan la respuesta sin poder esperar su turno.
Como usted bien habrá anticipado, estos últimos son más inmaduros emocionalmente que los primeros.
La situación puede mejorar con el tiempo y aquellos que no podían esperar, pueden empezar a hacerlo.
Claro que este artículo también se refiere a la pobreza patológica y en este caso lo que quiero decir es que muchas personas no logran acceder a una madurez emocional que les permita esperar lo necesario para obtener ciertos logros.
Suele diagnosticarse como «nerviosismo», «híper-actividad» o «ansiedad» pero no debe descartarse «inmadurez». Esto equivale a una especie de enanismo. Algo no termina de desarrollarse y la persona queda incompleta.
Los enanos suelen tener mejor suerte porque son bien diagnosticados mientras que los inmaduros pueden pasar toda su vida sin enterarse y pensando —por ejemplo— que la gente no los quiere, que tienen mala suerte o que «en este país no se puede vivir».
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15 comentarios:
En resumidas cuentas: la ansiedad empobrece.
Todos los cuentos de grandes sabios dicen que hay que tener paciencias.
Bueno, pero los que no estudiamos para eso, también tendríamos que tenerla con lo brevísima que es la vida?
Conozco a varios, y es realmente difícil convivir con ellos. Los considero egoístas.
Creo que por los tiempos que CORREN todo ayuda a que nos volvamos más y más impacientes. Los alimentos instantáneos o la enorme facilidad de comprarlos hechos, los analgésicos de rápida acción, el lavarropas, la batidora, la secadora, en fin, son un montón los artefactos de uso diario que nos sugieren que todo puede resolverse rápido. No me parece que nuestro reloj biológico se haya acompasado a todos estos cambios; tampoco nuestra psiquis, que sigue procesos de elaboración de las situaciones y necesita tiempo.
Es entendible que nos cueste esperar, tendríamos que focalizar esa dificultad para enfrentarla con éxito.
No soporto el apuro o la ansiedad ajena. El ritmo de las ciudades me agobia. Mi vida cambió desde que pasé unas vacaciones en Cabo Polonio (zona muy agreste del este uruguayo). Allí mis actividades me permiten vivir sin usar reloj. No tengo servicio de agua potable ni luz eléctrica; sé bien que para muchas personas esto podría ser una tragedia,pero para mí es maravilloso. Y ahora con la computadora portatil siento que toqué el cielo con las manos. Por eso yo aconsejo: si ud es una persona ansiosa, venga a Cabo Polonio en invierno y trate de quedarse 2 semanas. Eso le alcanzará para darse cuenta si es o no la solución para su vida. Por suerte la mayoría no lo soportan, seguimos siendo pocos pero buenos!!
Me parece que los posteadores están confundiendo ansiedad con inmadurez. La ansiedad puede teñir diversos momentos de nuestra vida y luego desaparecer, en cambio la inmadurez permanece más estable, pero cuando se la supera, por suerte ya no hay vuelta atrás.
La ansiedad está vaciando al país!!
No saber esperar se manifiesta con ansiedad pero es inmadurez.
De niña era de las que saltaban con la mano alzada pidiendo la palabra. Creo que aprovechaba cada oportunidad que tenía para moverme. Con el pasar de los años, la mielina fue incorporándose a mi sistema nervioso y hoy puede decirse de mí que soy una dama serena. Mis amigas dicen que transmito paz.
A mí me diagnosticaron enanismo pero no descarto una inmadurez asociada.
Los políticos consustanciados con la suerte de su pueblo deberían estudiar pedagogía.
Le digo a Claudia que la ansiedad y la inmadurez no sólo empobrecen, es peor, obstaculizan el enriquecimiento.
YO TOMO LA PALABRA. NO ESPERO A QUE ME LA DEN.
Le aviso que los enanos no somos incompletos.
La verdad es que yo pienso todo eso: que la gente no me quiere, que tengo mala suerte y que en este país no se puede vivir. De todos modos ud no es quien para llamarme inmadura.
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