viernes, 13 de agosto de 2010

Unos contra otros a favor de todos

En otro artículo (1) comparaba el funcionamiento de una sociedad organizada con un organismo humano, haciendo especial hincapié en los recursos que cada ciudadano-célula necesitan para desempeñar el rol social o biológico (respectivamente) que tienen asignado.

Eso me lleva a pensar que la cantidad de riqueza está mal distribuida tanto en la sociedad como en la biología.

Y ahora digo que el error está en el adjetivo «mal».

Si en nuestra filosofía consideramos que algo está mal, seguramente estaremos pensando que eso se opone a nuestra existencia como individuos o como especie.

En otras palabras, dado que para los seres vivos no existe otra misión (2) que la de conservarse individual y colectivamente, entonces está mal (merece ese adjetivo) todo lo que de una u otra manera pueda constituir un obstáculo para el mejor desempeño de esa única misión.

Es posible agregar otro ingrediente a esta reflexión que comparto con usted.

Ese fenómeno vida depende de los estímulos agradables y desagradables que nos impone y ofrece la naturaleza.

Tanto el dolor como el placer (3), nos ponen en movimiento para realizar tareas que, si no las hiciéramos, dejaríamos de vivir (comer, evacuar, descansar, reproducirnos).

Estas ideas, tomadas como premisas válidas, nos permiten suponer que para que ocurra lo único que realmente importa (vivir),

1º) todos necesitamos recursos materiales (alimentos, abrigo, dinero);

2º) dados nuestros roles biológicos, sociales, naturales, algunos necesitan (consiguen y tienen) más recursos que otros (riqueza);

3º) estas diferencias de patrimonio entre unos y otros, causa indignación en muchas personas;

4º) la indignación proviene de interpretar como mala esa despareja distribución de los bienes terrenales;

5º) esa indignación genera malestares personales y colectivos;

6º) el malestar es necesario para que el fenómeno vida no se detenga;

Conclusión: la lucha entre pobres y ricos, felizmente molesta y es natural.

(1) El injusto proveedor sanguíneo

(2) Ver Blog La única misión

(3) Ver Blog Vivir duele


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9 comentarios:

Malena dijo...

La lucha entre pobres y ricos puede ser algo demasiado doloroso como para calificarla de molesta, simplemente.
Estoy de acuerdo en que es natural, en el sentido de que corresponde a nuesta naturaleza, claro que eso no implica que dejemos de propiciar cambios.

Esteban dijo...

Ser pobre es nada más que un malestar?
Es lógico y justificable ser pobre?
A ud le interesa estudiar qué es la pobreza material o aportar para eliminarla?

Irene dijo...

A mí me parece que los seres vivos no tienen ninguna misión, salvo la que cada cual quiera adjudicar o adjudicarse.

Oriente dijo...

El hambre, la sed, el frío, el calor, son malestares que nos mueven a hacer algo para calmarlos. Por lo tanto no esta bien (porque entorpece la conservación de la vida) que unos humanos le impidan a otros calmar esos malestares.
Somos capaces de cooperar entre
nosotros, no tiene sentido apoyar la lucha individual.

Maribel dijo...

La distribución de los biene terrenales es despareja, empezando por los valles, las montañas, los cerros, las hondonadas.

Paula dijo...

Lo desparejo nos parece mal porque somos bastante simétricos.

Canducha dijo...

Es lo que yo digo: "la vida es un valle de lágrimas".

nano dijo...

Los de mayor patrimonio, se llevan a la patria por el monio.

un taxiboy dijo...

No sé si mi rol es social o biológico.