La energía humana es imprescindible para conseguir el dinero que necesitamos para acceder y conservar una buena calidad de vida.
La pobreza patológica se produce cuando alguna causa psicológica tiene como uno de sus síntomas la pérdida de esa energía necesaria para producir.
Cuando alguien posee la disposición anímica que le provee la energía necesaria para trabajar, producir, crear y ganar dinero, decimos que esa persona «está motivada».
Si sucede lo contrario, decimos que esa persona «está desmotivada».
La motivación es una forma de entusiasmo y la palabra entusiasmo —en su origen— refiere a un fenómeno místico, a un sentimiento que se relaciona con Dios, con lo espiritual y lo religioso.
Es imposible demostrar que Dios existe pero es imposible negar que haya muchas personas que creen que Dios existe.
Hasta donde he podido averiguar, nuestras creencias forman parte de la armonía psicofísica que nos conserva saludables.
Entonces, alguien que cree en Dios se imagina formando parte de un fenómeno maravilloso que le da fuerza, que le produce entusiasmo y de esa forma logra tener la energía con la cual trabajar, ganar dinero y acceder a una calidad de vida satisfactoria.
En suma: la creencia en Dios puede ser una característica necesaria en ciertas personas para obtener y conservar la energía que necesita para ganarse el sustento.
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15 comentarios:
No te puedo creer!!!! Tú aceptando a Dios? Qué te está pasando cariño?
Es indudable que Dios tiene infinitos caminos para manifestarse.
Ja, ja, qué mentiroso!!!
Es más fácil creer en Dios que en el ser humano. Para creer en los humanos, antes hay que aceptarse como uno es, con amores y con odios, con claroscuros. Partiendo de una relación amigable con uno mismo, es posible encontrar en los otros y en el ambiente, algo de confort.
No sé cuál fue el proceso que me llevó a aceptar como natural el apego a lo que llamamos realidad.
Sentirse formando parte de Dios debe ser maravilloso; debe ser como ser un ciudadano vip o un ciudadano ilustre, como que llegues a un país extranjero y te entreguen las llaves de la ciudad.
Me preocupa la creencia en la inseguridad que estamos gestando. Estamos convencidos de que en cualquier momento nos van a agredir, nos van a robar o nos van a quitar la vida. Sentimos que estamos insertos en un campo de batalla y que para sobrevivir hay que estar atento y a la defensiva. La energía se nos gasta en esa actitud de alerta; estar aptos para reaccionar, sin energía o entusiasmo ya, como para accionar.
Dios es el dueño de los destinos. No debemos buscar nada, no es necesario ansiar ni desesperar. Todo irá sucediendo según el Plan Divino. Todo está en orden y tiene su razón de ser. La Paz es con nosotros.
Fui a la Iglesia para pedir trabajo y terminé trabajando para la Iglesia.
¡Fue mucho más rentable de lo que esperaba!
No hay forma de obtener energía porque la energía siempre está. La cuestión es cómo nos atraviesa.
Mi cabeza no es apta para creer en un dios, pero como necesito entusiasmo, lo genero a través de la actividad física. Después de correr 10km, mi estado espiritual me permite estar creativo, eficiente y disfrutar.
Nada me motiva más que sentirme amada.
Al parecer Jesús dijo algo así como que dichosos sean los que sufren porque de ellos será el Reino de los Cielos. Siempre lo entendí como que estaba dando esperanza, que era como decir no se desesperen. Lo que no entiendo es el tono de revancha que tiene el mensaje. Algo así como que si te va mal, y bueno, después te vas a desquitar. O: no le tengas envidia al que le va bien porque (aplicando la reversibilidad) después ya va a andar mal. Es negar que las experiencias satisfactorias tengan un efecto acumulativo positivo y es afirmar que de lo malo va a surgir algo bueno, cuando por lo general la experiencia te indica que no es así.
Lo que me desmotiva es llegar a casa y encontrar todos los platos sucios.
la propia palabra entusiasmo proviene de en-theos es decir: en Dios.
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