Para muchas personas es realmente insoportable tener libertad.
Afectivamente se sienten tan inseguras que sueñan con un gobierno dictatorial, controlador, invasivo, intervencionista, penalizador, que imponga la disciplina con «mano dura». La definición más disimulada suele ser «gobierno paternalista».
Simultáneamente, como no queda bien desnudar estos sentimientos totalitarios, es muy probable que luchen fervorosamente junto a quienes pregonen la libertad, la independencia, el respeto de los derechos del ciudadano.
A veces la prosperidad económica es lograda por gobiernos que limitan o directamente cancelan las libertades individuales. Por ejemplo, la prosperidad de Chile se la deben al gobierno de Pinochet.
Esto puede explicarse porque la democracia, en tanto autoriza la pluralidad de opiniones y actitudes, suele desenfocar un objetivo común porque los ciudadanos aplican su esfuerzo hacia intereses que pueden ser divergentes y hasta contrapuestos.
Surge de la historia que la bonanza económica, la disponibilidad de recursos materiales abundantes, genera mayor libertad individual en los pueblos (y quizá esto provocó el derrocamiento del dictador chileno).
Los ciudadanos con disponibilidad económica atraen con su poder adquisitivo una mayor variedad de ofertas y eso les permite elegir, comparar, evaluar, seleccionar, descartar.
Vuelvo al principio: esta libertad de elección en un entorno donde abundan los estímulos presentados por una mayor oferta, es atractiva para quienes gozan con esa cuota de poder a la que acceden. Por el contrario, otros se sienten muy incómodos, angustiados, ansiosos porque según su forma de ser, prefieren no tener que elegir, no tener que pensar, no tener que tomar decisiones.
En suma: Algunas personas rechazan la riqueza porque ésta suele venir acompañada de una indeseable libertad.
Por tanto, para ese grupo de personas, son preferibles la pobreza y los gobiernos totalitarios, aunque seguramente su discurso exprese exactamente lo contrario.
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10 comentarios:
Si tuviera que afirmar de qué lado está ud, no podría.
¿Por qué no se compromete de una vez?
Si aceptar la libertad implica responsabilidades, ser maduro, se es pobre por carencia de esas facultades.
Qué interesante descubrimiento.
¿Para qué mezcla psicología y política?
Lo más común es que los discursos expresen exactamente lo contrario de lo que piensa el que discursa.
No se me ponga Disneylandia, no fue el pueblo el que derrocó a Pinochet.
Desde que me permito equivocarme gozo de mayor libertad de acción.
Los ciudadanos con disponibilidad económica, atraen y punto!
Mis ojos son divergentes pero mi mirada única!
Elegir, comparar, evaluar, seleccionar y descartar es lo que hago todas las mañanas en las volquetas.
No creas Lorenzo, los ricos irresponsables e inmaduros estamos en igualdad de condiciones.
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