martes, 10 de agosto de 2010

El injusto proveedor sanguíneo

Es posible pensar que una sociedad y un cuerpo humano, funcionan de manera similar, aunque parecen diferentes porque están aplicadas por la naturaleza a situaciones muy distintas. La primera es una organización de personas y la segunda es una organización de células.

Es posible pensar que los individuos somos a la sociedad que integramos como las células son al organismo que integran.

Sólo me centraré en el aparato circulatorio.

La sangre hace dos grandes tareas: entrega alimentos a cada célula y retira los residuos. Lo realiza con la sangre arterial y venosa, respectivamente.

Más o menos una vez por minuto, llegan a cada célula los entregadores de alimentos (arterial), con oxígeno, vitaminas y otras sustancias.

Cada célula toma lo que necesitará para un minuto, mientras que, por una vía de salida, entrega los residuos que la sangre venosa descargará en órganos purificadores (pulmones, riñones, hígado).

Después de millones de años en constante autoperfeccionamiento, cada célula toma del proveedor sanguíneo lo que necesitará para seguir funcionando, hasta que el proveedor le traiga nuevas provisiones.

Algunas células consumen más que otras, según dónde estén ubicadas (huesos, músculos, sistema nervioso), la tarea que deban desempeñar (esfuerzo máximo, distensión, reposo), la edad del ser humano al que pertenecen (niño, adulto, anciano).

Comparación: el mercado de oferta y demanda, funciona como la sangre, que entrega (dinero, alimentos) y retira (trabajo, residuos).

En el organismo, no todas las células reciben (toman) la misma cantidad de suministros y así funciona perfectamente. Sin embargo en la sociedad, ocurre lo mismo, pero nos molesta que existan pobres y ricos.

Conclusión: Es probable que las dificultades que provoca el desparejo reparto de bienes, radique en que nuestra especie es tan subdesarrollada, que aún no ha podido asumir que la anatomía y el funcionamiento de las sociedad, así lo requieren.

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11 comentarios:

Germán dijo...

El proveedor sanguíneo no es injusto; le da a cada cual según su necesidad.

Rulo dijo...

Me acuerdo que en el liceo, cuando estudiaba sociología, dimos un autor que comparaba a la sociedad con el cuerpo humano y había un montón de autores que no estaban de acuerdo. Pero no me acuerdo de los nombres ni de unos, ni de otros.

la gordis dijo...

No puedo pensar en sangre. Las de la foto parecen pastillas de frutilla.

Martín dijo...

Estaría bueno que los recolectores además entregaran alimentos.

Tamara dijo...

Si quería escribir un artículo irritante, hoy lo ha logrado más que nunca.

Sandra39 dijo...

Dígame una cosa, si ud hubiese tenido la mala suerte de ser pobre, no le molestarían los ricos?

Jorge dijo...

Yo estoy en una silla de ruedas pero no me molestan los que pueden caminar.

Magdalena dijo...

Entiendo lo que dice Jorge y no dudo de que sea así. Lo que puedo objetar es que la pobreza es superable, mientras que otras discapacidades lamentablemente no lo son. Por eso molestan tanto los ricos; sabemos que existe la posibilidad de llegar a ser como ellos, pero no lo logramos y eso nos llena de ira.

Orlando dijo...

Algunos de los que más consumen son los diplomáticos, por las tareas que deben desempeñar. Y llevan una vida agradable y bastante al pedo.

Susana dijo...

Cuando el proveedor pasa por el kiosco, me deja poca mercadería, ya que no necesito más porque no la vendería.
En las cadenas de supermercados los proveedores dejan grandes cantidades de mercaderías de todo tipo, y se venden, y hasta se ponen en oferta.
Los dueños de los supermercados no me dan bronca porque ni siquiera se me pasa por la cabeza que yo pudiera llegar a desarrollarme al punto tal de ser como ellos.
Es uno de los problemas de la pobreza, una ni siquiera imagina salir del lugar que le ha tocado.

Justino dijo...

Asumiendo que pueda ser cierto que la anatomía y el funcionamiento de la sociedad requieren de la existencia de pobres y ricos, por qué dedica este blog a la lucha por salir de la pobreza?