domingo, 15 de agosto de 2010

Estafas legales e ilegales

Existe un tipo de estafa que —por su estructura—, se denomina pirámide económica. (1)

La misma se construye al revés de las egipcias: El estafador primero crea la cúspide en la cual se instalará y luego va construyendo los pisos inferiores, que —como en toda pirámide verdadera—, deben ser progresivamente mayores.

Representamos la operación como una pirámide porque los integrantes de cada nuevo piso, aportan —entre todos—, una cantidad de dinero suficiente para pagarles embriagadores intereses a los inversionistas de los pisos superiores.

Sin saberlo, los nuevos inversionistas están haciéndoles donaciones a los inversionistas más antiguos.

En algún momento, la cantidad de nuevos inversionistas comienza a disminuir, los dineros recaudados no alcanzan para repartir entre el creciente número de inversionistas, entonces se descubre la maniobra y el estafador huye con su botín.

Pero observemos qué pasa en los casinos legalmente instalados.

Los apostadores que alguna vez aciertan, no reciben dinero propiedad del casino, sino de los apostadores perdedores. Más aún, parte de lo que cobran los ganadores, es dinero que fue suyo y que habían perdido.

Pero observemos qué pasa en la mayoría de las economías legalmente reguladas.

El capitalismo es una gran hoguera en la que arden los empresarios que fracasan, para darle energía a unos pocos que triunfan.

Dependiendo de las épocas y de los países, casi 9 de cada 10 empresarios da quiebra, perdiendo no sólo su capital, sino perjudicando económicamente a sus proveedores y bancos que no pudieron cobrarle.

El patrimonio perdido por esa mayoría que fracasa, no se esfuma, sino que termina en la billetera de unos pocos triunfadores.

El dinero cambia de mano rápidamente, pero lo que llama la atención es que algunas manos sólo dan y otras sólo reciben.

¿Usted ya sabe qué hacen sus manos?

(1) Esta maniobra está comentada en el artículo titulado Siempre aparece alguien más astuto

●●●

9 comentarios:

Soledad dijo...

Mis manos hacen de todo, mire.

Óscar dijo...

A veces uno se da cuenta que no nació para empresario cuando ya es demasiado tarde.

Alberto dijo...

Los apostadores aciertan, pero es difícil que alguna vez ganen. Lo terrible es que a veces se da y la esperanza es lo último que se pierde.

Anónimo dijo...

Nada me enfurece más que me roben la plata legalmente.

Norton dijo...

Los estafadores huirían mejor con los dos botines bien puestos.

M. Eugenia dijo...

La pirámide económica es una forma de estafa parecida a la de tupé-waré?

Estela Bronce dijo...

La súper billetera que guarda el patrimonio perdido, descansa en algún sitio de la Historia.

Jorge dijo...

De dónde sale ese dato de que 9 de cada 10 emprendedores fracasan? Con todo respeto, me parece descabellado... Ese porcentaje, en Uruguay, no se debe haber dado ni siquiera con la rotura de la "tablita". Soy empresario, muy relacionado con empresarios, y segun mi experiencia los fracasos no deben superar -y soy exageradamente prudente- el 50% de los casos...

Anónimo dijo...

He intención de publicar algo como esto en mi página web y me dio una idea. Saludos.