sábado, 14 de diciembre de 2013

La medicalización de la re-producción


Se plantea que la medicalización del proceso reproductivo podría sugerir que cualquier proceso productivo es una enfermedad que debería evitarse.

Varias veces ha transitado por mi cabeza la idea de que las palabras «producción» y «reproducción» son algo más que la misma palabra, con y sin el prefijo «re».

 El plus que podría exceder el concepto de intensificación aportado por «re» estaría dado por una probable vinculación asociativa inconsciente entre trabajar para producir y fornicar para re-producir.

Según opina el psicoanálisis, las metáforas, es decir las comparaciones, son nativas del inconsciente. La particular ilógica de esta parte del psiquismo considera igual algo que la conciencia mantiene como desigual (trabajar-fornicar).

En otras palabras: para el inconsciente es lo mismo producir pan y producir niños, pero para la conciencia, para la actividad lúcida, en estado de vigilia, producir pan es algo muy diferente a provocar un embarazo, gestarlo y parirlo (reproducirnos).

Desde el mismo psicoanálisis suponemos que nuestras decisiones («me levanto y me ducho», «me casaré con Fulano», «compraré una moto»), provienen del inconsciente, mientras que la conciencia, lo único que hace es enterarse, obedecer y después creer que fue la que decidió las acciones.

En suma: en este artículo compartiré con ustedes una hipótesis según la cual nuestra capacidad de producir dinero para vivir dignamente está influida por lo que nuestro inconsciente piensa del dinero y del fenómeno reproductivo.

Nuestra cultura considera que el embarazo es un fenómeno biológico que debe ser rigurosamente atendido y vigilado por la medicina.

En nuestra cultura pensamos que las enfermedades deben ser atendidas por la medicina y viceversa: cuando un médico interviene es porque algo de nuestra salud no anda bien.

De estas premisas podría pensarse que muchas personas, INCONSCIENTEMENTE,  consideran que producir es algo enfermante que debe evitarse y que RE-producir es peor.

(Este es el Artículo Nº 2.093)


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