miércoles, 24 de febrero de 2010

Ya sé por qué no me entiendes

En un artículo publicado recientemente (1) digo que todo lo que tenemos que hacer es producir (para alimentarnos y re-producirnos).

En otro publicado hace más tiempo (2) decía que aquellas personas que logran un buen desarrollo en los lenguajes verbal y matemático, acceden a las categorías socio-económicas que disfrutan de una mejor calidad de vida.

En otro artículo publicado hoy (Nadie es mejor que mi perro) sugiero la hipótesis según la cual el lenguaje es una función asociada al instinto sexual.

De hecho, si podemos suponer que lo que determina que un macho y una hembra se consideren como pertenecientes a la misma especie es que puedan ser complementarios en la reproducción, no estamos lejos de aceptar que la forma de comunicarse entre ellos es esencial.

En otras especies diferente a la nuestra, la atracción de los machos que producen las hembras cuando entran en celo, es una forma de comunicación (en este caso no acústica o gráfica, como la humana, sino olfativa).

En síntesis:

— Puesto que estar alineados con la naturaleza significa en última instancia producir para conservarnos como individuos y re-producirnos para conservarnos como especie;

— Si constatamos que un buen desarrollo lingüístico (lenguaje verbal y matemático) son determinantes para acceder a los mejores niveles de calidad de vida;

— Estamos reconociendo que estar alineados con la naturaleza (en última instancia con la realidad), es la condición más favorable para no padecer la pobreza patológica.

… y además:

1) La función lingüística podría estar asociada al instinto de conservación a través del instinto sexual;

2) Podríamos entender mejor el fenómeno humano si no estuviéramos tan apegados a la noción de que hombres y mujeres somos tan parecidos entre nosotros como un gato y una gata o un toro y una vaca.

(1) Menos orgasmos y menos salario,

(2) Nuestros dos lenguajes.

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12 comentarios:

Rulo dijo...

Concuerdo en que hombres y mujeres somos distintos.
Salta a la vista.

Marcia dijo...

Pero para desarrollar el lenguaje y la matemática no alcanza con estar alineado con la naturaleza.

Marita dijo...

Es una pena que hayamos perdido olfato. Podríamos decodificar muchos mensajes a través de él y serían menos engañosos que los mensajes recibidos a través del lenguaje.

Celeste dijo...

La forma de comunicación que más me atrae es la mirada.

Gonzalo dijo...

Algún orden extraño que aún no podemos decodificar, captó que somos muchos en el planeta y cada vez es más frecuente la infertilidad dentro de la especie humana. Otra explicación que se me ocurre es que el estrés pueda estar incidiendo.

Susana dijo...

La locura empobrece al ser humano en muchos aspectos. Es muy duro para los familiares, aunque he leído que es alto el porcentaje de enfermos que detienen su deterioro.

Oriente dijo...

Aunque nuestro olfato sea mucho más débil que el de otras especies, no olvidemos que funciona y capta estados emocionales en el otro.

Gumersindo dijo...

Usted perdonemé, pero un toro y una vaca no se parecen mucho.

Graciela dijo...

Una vez que las mujeres dejamos atrás la etapa reproductiva solemos sentirnos inservibles y con un gran vacío interior. Además ese momento se junta con la ida de los hijos del hogar. Entonces la pareja queda sola y sin poder cumplir la función para la que se juntó. Es difícil.

Tania dijo...

No estoy de acuerdo con Graciela. En primer lugar, la pareja no se junta sólo para tener hijos y en segundo lugar, ese vacío queda sólo si la mujer se dedicó únicamente a sus hijos.

Roque dijo...

Para acceder a una categoría socio-económica alta es necesaria también una buena capacidad para la socialización.

Albert dijo...

mi desarrollo lisguistico matemático quedará para cuando me retire.