domingo, 17 de abril de 2011

Las apreturas económicas y los abrazos

Las acciones de hablar y actuar parecen intercambiables. Muchas veces pensamos que decir y hacer es lo mismo. Por eso, alguien puede buscar las apreturas económicas cuando en realidad busca ser abrazado (apretado).

Copio y pego de Wikipedia:

«El sentido del tacto o mecanorrecepción es aquel que permite a los organismos percibir cualidades de los objetos y medios como la presión, temperatura, aspereza o suavidad, dureza, etc. En el ser humano se considera uno de los cinco sentidos básicos. El sentido del tacto se halla principalmente en la piel, órgano en el que se encuentran diferentes clases de receptores nerviosos que se encargan de transformar los distintos tipos de estímulos del exterior en información susceptible de ser interpretada por el cerebro». (1)

Agrego que la piel es el órgano más grande del cuerpo cuya importancia no requiere ser fundamentada.

Me detendré en la relación que podemos constatar entre nuestra piel y las emociones. Más precisamente con los abrazos.

La presión que recibe nuestro cuerpo en los abrazos y en las relaciones sexuales, es generalmente placentera.

Somos muchos los que preferimos un apretón de manos firme a uno fláccido. Podemos llegar a imaginar que una mano floja, desvitalizada, apática, denota desinterés o falsedad.

Por lo tanto es posible pensar que nuestro cuerpo presta especial atención a la presión que se ejerza sobre él, especialmente si es provocada por el cuerpo de un semejante.

El lenguaje utiliza la expresión «apreturas económicas» para referirse a la escasez de dinero.

Es oportuno recordar además que en otro artículo (2) les comentaba que el dolor puede generarnos placer sin que eso pueda diagnosticarse como masoquismo (incapacidad de excitarse sexualmente sin sentir dolor).

En suma: Es posible pensar que algunas personas buscan ser abrazadas tan sólo procurándose apreturas económicas (pobreza patológica).

(1) Wikipedia

(2) Ciertos infortunios son indirectamente placenteros

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11 comentarios:

Marina dijo...

Abrazar da sosiego, intimidad, placer, seguridad... cómo es posible que lo intercambiemos por las apreturas económicas, que nos producen todo lo contrario!

Filisbino dijo...

Algo que escasea, amenaza con ir faltando. Y cuando algo falta se añora demasiado.

Javier dijo...

Otra interpretación podría ser la siguiente: la escasez me hace vivir bajo presión, esto me estresa y atempera mi deseo sexual. En ese estado soy menos peligroso para mí mismo.

Óliver dijo...

Me imagino la mecanorrecepción como una fiesta de diplomáticos cibernéticos.

Melissa dijo...

En algunas situaciones pienso que un largo abrazo alcanzaría, pero los labios cerca del cuello arruinan todos los planes.

Niko dijo...

Apretar siempre termina poniéndome en aprietos.

Marita dijo...

Tengo que confesar que lo tenía harto. Terminé dándome cuenta que cuando nos cruzábamos, él se escabullía con una habilidad asombrosa.
Pasaron los años y la situación permaneció incambiada. Los que cambiamos fuimos nosotros. Cambiamos a punto tal, que un día dejamos de reconocernos. Él ya no se escabullía y yo no lo miraba, simplemente porque no nos reconocíamos. Sin embargo algunos sucesos son difíciles de explicar. Hace poco nos presentaron en una reunión. Él me dio la mano con caballerosidad pero de una manera escurridisa. "Mano gelatinosa", pensé, y enseguida pude reconocerlo.

Danilo dijo...

En suma: si los pobres recibimos abrazos, dejaremos de procurarnos apreturas económicas.
No había que revisar el presupuesto, vieron!

Evaristo dijo...

Estar en una situación holgada es como no ser querido.
Los magros ingresos y la carne magra, me sugieren pantalones flojos.
Los pantalones flojos son cómodos pero disimulan esos encantos dignos de ser queridos.

Chapita dijo...

El Doctor dijo que mis receptores nerviosos están bien, y agregó entre dientes "lo que falla es la segunda parte". Qué habrá querido decir?

Lu dijo...

Yo también disfrutos de los abrazos, que mi novio me inmovilice pero ando bien de $.