sábado, 9 de febrero de 2008

Combatamos el spam

Genéricamente queda elegante estar a favor de los cambios, de las innovaciones, del progreso tecnológico, pero debemos reconocer que algunos salimos perjudicados.

Internet es un ámbito enorme en el que circulan eficientemente millones de mensajes que representan a otras tantas voluntades, personas, agentes económicos.

El negocio de la publicidad y de los medios de comunicación se está enfrentando a un principio de desastre.

Cada minuto de radio o televisión y cada centímetro cuadrado de publicación en papel cuesta mucho dinero y le da trabajo a una enormidad de personas (entre otros a mí).

Cada vez más personas apelan a la mensajería electrónica para hacer llegar la información de lo que ofrecen a quienes potencialmente podrían estar necesitándolo.

El objetivo se sigue cumpliendo: comunicar un ofrecimiento a quienes podrían estar buscándolo. El medio está cambiando: antes era preciso que el que tenía algo para vender, pagara espacios muy onerosos mientras que ahora, haciendo una campaña publicitaria mediante e-mails, sus costos han bajado pero le está erosionando los ingresos a las agencias de publicidad y a las empresas de comunicaciones televisivas, radial y escrita.

Los empresarios cuyos intereses se ven gravemente perjudicados por los spamers, han apelado a sus propias armas para defenderse: las campañas publicitarias anti-spam apuntan precisamente a evitar la caída de sus empresas. A esta altura parece que la lucha la tienen medio perdida. En este caso la propaganda que siempre los tuvo a salvo de todo mal, ahora no está pudiendo salvarlos.

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9 comentarios:

Anónimo dijo...

Después de leer este post un par de veces, me doy cuenta de que el correo basura me causa un rechazo desproporcionado e instalé programas anti-spam y los tiro a la papelera con bronca, pero no me había dado cuenta de que estaba actuando pinchado por quienes se ven perjudicados por esta democratización de la publicidad.

Anónimo dijo...

Confieso que con los spam me pongo furioso.

Mi abuelo me dice que cuando él era joven le pasaba lo mismo porque el cartero le llenaba el buzón con sobres llenos de propaganda que él tiraba sin abrir.

A veces tiraba también algún sobre que le hubiera servido conservar.

Anónimo dijo...

No me doy mucha cuenta cómo el spam perjudica a las empresas de publicidad pero yo he dejado de comprar diarios y revistas desde que tengo Internet en mi casa.

De paso digo que los spam no me calientan nadita. Los borro y sanseacabó.

Anónimo dijo...

En la empresa donde yo trabajo hace 16 años, trajeron varias computadoras y despidieron a los empleados más incumplidores. Me salvé de casualidad porque alguna vez he llegado tarde, pero se ve que los otros serían peores.

Anónimo dijo...

Está muy bien ese concepto de la democratización de la publicidad, pero no nos olvidemos que los mensajes que mandan estos avisadores baratos, son horribles, impertinentes y nos les importa nada llenarte la casilla dejándote sin entrar capaz que algo que realmente te interesa.

Por un lado está bien la democracia por los abusadores lo pudren todo.

Anónimo dijo...

Apoyo al renegado: cada vez que surge algun beneficio, al ratito aparecen la ratas abusadoras que lo pudren todo.

Anónimo dijo...

No combatamos nada el spma q se jodan los capitalistas cuando tienen que perder que pierdan - bnt ganan todo el tiempo que una ves que nos toca ganar a los chicos nos van a sacar las pocas posibilidades de hacer un peso que tenemos.

Anónimo dijo...

Esto se va a dirimir por la ley del más fuerte ... mmmmm lo dudo, para mi que va a ganar el medio más eficaz

Anónimo dijo...

Si comparamos con los vehículos, el spam es un auto de carrera y la publicidad tradicional un costoso carruaje. Actualmente el uso más rentable que se le pudo dar a un carruaje costoso fue meterlo en la película de Cenicienta.