lunes, 4 de febrero de 2008

Neurotransmisores – Gragea Nº 39

Ser previsor implica no convertirse en enemigo de sí mismo.

Ejemplo 1: Tengo que sacar de acá este televisor que pesa 18 kilos. Lo voy a poner arriba de la máquina de coser que casi no se usa. Abrazo el televisor, y con gran esfuerzo lo cargo hasta el dormitorio donde está la susodicha máquina de coser. Llego a ella y observo con cierto desaliento que está llena de libros. ¿Qué hago ahora con este maldito televisor que ya parece pesar 25 kilos? ¿Dónde lo apoyo ¡que ya no aguanto más!?

Ejemplo 2: Amenazaré a mi empleador con que si no me sube el sueldo, renuncio. ¿Tengo ya otra fuente de ingresos? ¿Poseo ahorros suficientes para solventar mis gastos mientras no tenga un nuevo salario? ¿Habrá otras formas de pedir un ajuste en lo que mi empleador me paga o elijo la primera que se me ocurre?

Ejemplo 3: Si no me muero antes, llegará un momento en mi vida en el que no tendré ganas de trabajar. ¿De qué viviré entonces? ¿Integro algún seguro de vejez? ¿Poseo ahorros suficientes? ¿Dependeré de la lástima que otros me tengan? ¿Cargarán con mi vida otras personas más jóvenes?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay toda una ideología sobre el ahorro con la que no estoy de acuerdo porque el hombre el único animal que acapara más de lo que necesita y así le va al planeta gracias a él.

Anónimo dijo...

Justo!! el ejemplo verde es el que me pasó a mí. Estaba muy envalentonado porque las cosas me salían bien, en mi casa me dieron manija para que pidiera un aumento de sueldo y, mejor que éso, exigí un aumento de sueldo. "Si no me aumenta el sueldo, me voy" le dije al impávido gerente que sin inmutarse me preguntó ¿Cuándo?

Anónimo dijo...

Yo razono alrevés. Si me pongo a pensar en todo lo que me puede pasar, me amargo la existencia. Sin embargo, si compro todo lo que pueda usando las tarjetas de crédito, disfruto de la vida, la paso bien y luego trato de pagar como pueda, pero pago porque son ellos los que me obligan y no yo, como un masoquista, que se priva de cosas como un imbécil.

Eso de ser previsor es estar enfermo. No es ser enemigo del futuro no ser previsor. La verdad es que ser previsor es ser enemigo del presente.

El futuro no existe y el presente sí, por lo tanto ud está equivocado. Lo concreto, concreto, es que no hay que ser previsor para ser amigo de lo único real que existe: EL PRESENTE!!!!!

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Gabriel. No se puede vivir pensando en todo. Tampoco es lógico hacer que la vida sea una timba pero eso de tener todo previsto, es espantoso. Además me parece que aunque quisiera no podría.

Anónimo dijo...

Parece que hay dos bibliotecas, sobre si es bueno o es malo ser previsor.

Es fácil suponer que lo mejor está en el camino del medio.