viernes, 8 de febrero de 2008

Neurotransmisores – Gragea Nº 43

El quejoso es alguien que se presenta como víctima de un perjuicio que (según él) no se lo merece.

Quienes acceden al rol de víctima (o de martir si es muy exagerado), edifica un contexto en el que los demás quedamos como victimarios o incapaces de ofrecer la asistencia que moralmente correspondería.

La queja puede llegar a presentarse con un formato industrial (por lo sistemático de su producción), como logística que procura llevar adelante la estrategia de acceder al mejor posicionamiento social con un mínimo esfuerzo.

Tanto las víctimas como los mártires siempre parecen ser «los buenos» y, por contraste, todos los demás pasarían a ocupar el lugar de «los malos».

Este fenómeno también se presenta a nivel de grandes grupos, étnias, colectividades, naciones, regiones del planeta.

Si en algún aspecto nos viéramos perjudicados por este fenómeno, es útil contar con una buena identificación, descripción, comprensión. No para luchar contra ellos ni para desear su erradicación, sino para vivirlos como un accidente natural más: lluvia, nieve, tsunami, etc. y así poder guarecernos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Un compañerito de escuela, muy travieso, se había inventado una frase que la repetía con mucho énfasis cada vez que la maestra lo llamaba: "No sé, no ví, no estaba".

Con él aún nos seguimos hablando o enviando e-mails y, según parece, se la había copiado un tío muy admirado por él.

Anónimo dijo...

En mi país tenemos la posibilidad de estudiar carreras profesionales a muy bajo costo y esto hace que muchos nos chantajeen diciéndonos que no deberíamos cobrar honorarios tan altos porque para eso el pueblo se sacrificó subsidiándonos los estudios.
Para mí que estos que se quejan de nuestros honorarios y nos presionan con el referido argumento, son personas que siempre están buscando el aprovechamiento de cuanta ventaja puedan sacarle a los demás. No sé si está en el diccionario, pero acá les decimos "ventajeros".

Anónimo dijo...

Mieres no menciona a qué étnias se refiere cuando dice que las hay quejosas pero a mí me hizo pensar en los judíos que siempre han estado de "pobrecitos", le siguen sacando el jugo al holocausto, al atentado de la AMIA en Buenos Aires, a la matanza en las olimpíadas de Munich, al asedio de sus vecinos en Israel. Creo que les va mal en algunos aspectos pero también me parece que se auto-victimizan.

Anónimo dijo...

Me gustó eso de que los mangueros son un desastre natural de los cuales es bueno guarecerse (este verbo viene al dedillo como imagen).
Estos post al principio me parecieron muy triviales, como que no me aportaban nada nuevo a lo que ya sabía, pero después alguien me hizo ver que lo bueno que tienen es que describen con bastante acierto ideas o situaciones que uno está acostumbrado a vivirlas pero que por no comprenderlas, por no tener una definición que las concrete, no sabemos qué hacer con ellas.

Anónimo dijo...

Algo que solo me animo a decir porque estoy seguro que nadie descubrirá quien soy es que la tasa de natalidad más alta está entre las clases económicamente menos favorecidas no porque sean ignorantes y casi animales, sino porque son gente que viven de dar lástima y saben que un niño le mueve el corazón y la billetera a casi cualquiera (a mí les puedo asegurar que no y estoy muy orgulloso de no deberle nada a nadie. Eso sí, pago todo los que tengo que pagar).

Anónimo dijo...

¡Cómo me molesta el comentario de Emanuel! Pero no puedo evitarlo. Es cierto que algunos judíos (dije algunos) parecen especialmente predispuestos a victimizarse, pero lo que me molesta (de lo que quizá sea una visión muy parcial de Emanuel) es que lo considere a nivel de etnia. ¡Eso no es así!

Anónimo dijo...

Hablando de mártires, ¿uds se preguntaron alguna vez que habría sido del cristianismo si Cristo se hubiera muerto de viejo?

Anónimo dijo...

los quejosos no pueden con su vida entonces necesitan héroes com Mr. Músculo, que aparecerá en el momento justo a dar la solución mágica. es lindo creer en eso ... pero es una reverenda estupidez

Anónimo dijo...

Yo tengo una táctica para guarecerme de los quejosos; cuando están a cinco metros de mis sistemas visual y auditivo, los recivo con una sonrisa Colgate y les digo que es un día maravilloso, así caigan pingüinos de punta. Los tipos quedan medio desconcertados.