viernes, 1 de febrero de 2008

Neurotransmisores – Gragea Nº 37

A medida que ciertas tecnologías acortan algunos procesos, nuestra noción de tiempo va cambiando a la baja.

Mejor dicho: Si antes una gripe se curaba con una semana de reposo mientras que viajar de Europa a América tomaba 15 días, hoy que logramos hacer ese recorrido en medio día, nos parece que la gripe no termina más de irse.

Se podría decir también: el aumento de comodidades nos malacostumbran y perdemos tolerancia ante situaciones que antes tolerábamos de buen grado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin embargo mi abuela es más ansiosa que yo.

Anónimo dijo...

También es cierto que la medicina y los laboratorios farmacéuticos han logrado verdaderas maravillas con la eficacia de sus intervenciones, aunque justo el ejemplo de la gripe no es el mejor ya que practicamente no hay nada que la cure

Anónimo dijo...

La noción del tiempo también cambia según el lugar donde uno viva. Pasé a vivir dos meses en San Pablo (Brasil) y los relojes biológicos que tenía en Antofagasta (Chile), se vieron fuertemente alterados.

En mi casa le alquilan una habitación a un señor grande y los preparativos para ir a su control médico arrancan el día anterior. No creo que haya sido así cuando era más joven porque era agente bursatil en Santiago (de Chile).