martes, 12 de mayo de 2009

«Dame ahora que algún día te premiaré»

Varias veces he mencionado el hecho de que los que fuimos colonias españolas, recibimos también la influencia de la Iglesia Católica.

Es probable que una mayoría de hispanoparlantes tenga la sensación de que es bueno ser pobre y virtuoso para que después de la muerte, un imaginario tribunal (o el propio Dios) nos beneficie con una vida eterna en un lugar paradisíaco y en condiciones ideales.

Por su parte el comunismo es una ideología que se expresa a través de diversos partidos políticos. La propuesta consiste en terminar con la existencia de las clases sociales y con la propiedad privada.

La promesa del comunismo es que si la lucha es perseverante, inevitablemente terminará en una meta en la que los trabajadores tomarán el poder absoluto de las naciones.

Para ello los trabajadores deberán tener conciencia de que lo son, deberán entender quién es el enemigo (la burguesía, los ricos, los empresarios) y tendrán que luchar sin tregua para lograr ese objetivo.

La historia del cristianismo cuenta con muchos siglos y la del comunismo con varias décadas, pero me parece ver que en ambos casos la propuesta es «sacrifícate ahora que en el futuro serás premiado».

Salvo que algún día se cumplan esas promesas, hasta ahora tenemos todo el derecho a pensar que bien puede ser una estafa y que muchas personas padecen la pobreza porque alguien (cristiano o comunista) está abusándose de su credulidad, inocencia, ingenuidad, inmadurez.

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20 comentarios:

Arlette dijo...

Según la mitología griega, cuando Pandora abrió la caja que contenía todas las enfermedades, sólo una de ellas no salió, que era la esperanza.

Buena idea la de estos antiguos: la esperanza es una enfermedad adictiva que hace estragos.

Camilo Baraibar dijo...

Los dirigentes políticos y religiosos tienen sus intereses y nada lo hacen gratuitamente. A veces suponemos que ellos son generosos porque nos consta que no reciben dinero pero también pueden recibir otras cosas igualmente valiosas (favores, poder, información, prestigio).

Abril Delprestito dijo...

El comunismo es una meta en la que existe un ser humano mucho mejor que el que conocemos gracias a lo cual es posible que no exista el Estado, la propiedad privada y las clases sociales diferentes. ¡Maravilloso!

Stefani dijo...

En la teoría parece muy bueno pero por algo no ha dado resultados no?

Juliana Villanueva dijo...

Las personas sabemos que deberíamos ser mejores pero como no podemos, entonces inventamos a un Cristo para adorarlo como a nuestro padre o al comunismo como si en ese régimen fuéramos capaces de vivir sin desentonar.

DEBERÍAMOS ser cristianos comunistas, PERO no pasamos de ser CAPITALISTAS.

Gumersinda Pratt dijo...

Los hombres somos bichos que nos explotamos mutuamente pero no toleramos saberlo, por eso tenemos que engañarnos con el cristianismo o con el comunismo.

Con estas doctrinas, podemos explotarnos sin remordimiento. La solución consistitíra en aceptar que siempre habrá explotados y explotadores.

Anahí dijo...

No me llamaría la atención que algún día se descubra que los que hablamos castellano estamos predispuestos al subdesarrollo económico.

Dorival dijo...

La tiranía del proletariado es la promesa esa que se le hace a los trabajadores. Queda claro que los trabajadores comunistas aman ser tiranos y eso no habla muy bien de ellos.

Rita Cámara dijo...

El cristianismo pregona la pobreza pero el comunismo no.

Ciro Alcarraz dijo...

Es sorprendente como a veces los extremos están muy cerca. El nazismo y el comunismo propenden a la salud, felicidad y perfección física de los ciudadanos.

Mercedes Laplace dijo...

No interpreto que su artículo sea netamente condenatorio del cristianismo o del comunismo, pero igualmente me parece oportuno consignar la importancia que han tenido para la clase obrera tanto una como otra ideología.

Maiorano dijo...

Una semejanza que tienen esas dos creencias es que se agrupan con criterios de hermandad. A veces es mejor tener una buena religión, un buen partido político, un buen club de fútbol, que una familia disfuncional.

José Luis Lagos dijo...

Tanto el capitalismo como el comunismo me los imagino como dos sistemas de convivencia estúpidos porque los defensores de uno y otro se dedican a demonizar al otro. Eso demuestra lo poca cosa que son en realidad o la mala defensa que padecen.

Isaac Bell dijo...

En los países donde hay una cierta democracia, es posible ganarse la vida sin tener que estar afiliado a ninguna corriente de pensamiento. Esto lo necesitan los que tienen otros problemas personales y afectivos.

Esteban Papaleo dijo...

En realidad no veo que los cristianos o los comunistas estén demasiado peleados con el dinero.

Eduardo Colombo dijo...

El premio en otra vida sirve para que puedas tragarte las ofensas y tiene también un cariz vengativo, es como decir "el que ríe último, ríe mejor"

Aníbal Costelo dijo...

El sacrificio presente rinde para el capital futuro.

Ulises dijo...

Si no cree en el trabajo, la perseverancia, el futuro ¿para qué creó este blog?

Lidia Tiscorni dijo...

Es urgente que renueve algunos folletines, Licenciado.

el atleta dijo...

Me entreno para mejorar mis tiempos y obtener un premio. Es cierto que implica algunos sacrificios, pero es lo que elegí y estoy muy conforme con ello.