Existe una pobreza real (cuando no tenemos los insumos necesarios para tener una calidad de vida digna: alimentos, abrigo, casa, salud, educación, diversión) y una pobreza psicológica ... cuya descripción no cabe entre dos paréntesis.
La percepción de pobreza psicológica tiene mucho que ver con nuestras fantasías conscientes e inconscientes.
Las fantasías conscientes son las que tienen directa relación con la autoestima. Si nos sentimos menoscabados porque este año no pudimos cambiar nuestro coche, si nos sentimos angustiados porque la ropa que podemos comprar hace que sintamos lástima de nosotros mismos, si nos avergüenza que no podamos pagar una reunión para festejar el día de nuestro cumpleaños.
Las fantasías inconscientes son las que sólo puede ser conocidas mediante un tratamiento psicoanalítico y se manifiestan por la difusa sensación de que nunca podemos estar conformes con lo que tenemos porque en el fondo tratamos de recuperar aquel estado de plena saciedad que disfrutamos en nuestros primeros días de vida. Es un estado que ciertas religiones representan con el Paraíso, el Nirvana, la Gloria, el Edén.
Tener en cuenta estos motivos por los cuales padecemos una pobreza mortificante (las fantasías conscientes e inconscientes), puede ser el principio de una solución.
Con frecuencia consideramos que la filosofía es una rama de saber casi inútil, pero tiene sorpresas para darnos. Las fantasías conscientes suelen volverse indoloras cuando logramos comprenderlas filosóficamente, pero además, entender nuestra existencia de forma inteligente, también puede moderar la frustración que nos producen algunas fantasías inconscientes.
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22 comentarios:
no es rico quien mucho tiene sino quien menos necesita
No es pobre quien poco tiene sino quien más necesita.
(Es fácil hacer frases famosas eh?) JI
A mi nunca me conforma nada. Siempre estoy incómoda con lo que tengo, por lo que me falta. Esto debe ser alguna enfermedad grave que se me está incubando. No puede ser que nunca tenga un período de bienestar.
Estoy de acuerdo con los beneficios que pueden obtenerse de la filosofía. Muchas penas están por ignorancia, por entender mal lo que es la vida de verdad.
Ja! el clásico "no tengo qué ponerme". Por eso viven quejándose.
Alguna vez tu dijiste que no hay más remedio que pasar un poco mal porque de ese malestar depende el seguir viviendo.
Supongo que otra diferencia entre los deseos concientes y los inconcientes es que unos son más realizables que los otros, o por lo menos que los concientes puede ser más realistas.
Los que tenemos una autoestima baja por vaya uno a saber qué motivo, siempre estamos en pobreza aunque el balance diga otra cosa.
En mi familia hay mucho dinero porque los negocios le van muy bien a mi padre, pero por algún motivo que agradezco al cielo, mi madre nos educó a todo los hermanos a tener lo necesario, comer lo necesario, dormir lo necesario, divertirnos lo necesario.
Y me siento bastante bien. Por lo menos mejor que mis amigos que viven con malestares, enfermedades, dietas, médicos, remedios.
Qué mentira vergonzosa es esa del Nirvana!
La filosofía que mejora nuestra vida es no esperar mucho de ella. Las ilusiones siempre terminan en desilusión.
Cuando nos enfrentamos a la pérdida de un ser muy querido, ahí nos damos cuenta que estamos luchando por insignificancias. Desde que murió mi padre todo fue distinto para mí. Puedo asegurar que mi filosofía giro 180º.
Los filósofos no son el mejor ejemplo de una vida filosófica.
Si mi existencia tiene forma, le aseguro que no es una forma inteligente.
Lo que plantea Dardo es un bajón, no se puede vivir sin ninguna ilusión.
¿la pobreza psicológica forma parte de la pobreza patológica?
A mí me hizo mal darme cuenta de que mis fantasías estaban muy por encima de lo que podía realizar en realidad. Después de que pase el primer impacto supongo que será beneficioso haber hechado cable a tierra.
La filosofía a veces la usamos para buscarle coherencia a los sentimientos más inconfesables, es un agregado rococó, un disfraz de súper-héroe, que le hacemos a lo que nos duele o avergüenza.
Estoy de acuerdo en que el razonamiento y la inteligencia nos sirven para no vernos, ni ver a los demás, tan monstruosos.
Enbanderarse con una filosofía es en el fondo lo mismo que afiliarse a un club de fútbol.
La filosofía debe usarse como herramienta, si no caemos en los fundamentalismos.
Ya no pienso festejar más mi cumpleaños. Si alguien considera que es un día de festejo ¡que se ponga!
Hay que buscar el punto justo entre el conformismo y la rebeldía.
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