miércoles, 13 de mayo de 2009

La imperfección productiva

Dicen que «Lo perfecto es enemigo de lo bueno» y quizá sea cierto.

En economía se ha estudiado que a partir de cierto punto, cada mejora que se agrega genera un costo que no se justifica por lo elevado.

Imaginemos a un fabricante de equipos de audio (Sony, Panasonic, Philips). Los técnicos saben que un aparato con una fidelidad de sonido aceptable se puede vender a un precio accesible para muchas personas pero también saben que hacerlo apenas un poquito mejor aumentarían los costos como para tener que venderlo al doble de precio.

Otro ejemplo: usted tiene una parcela de tierra y contrata a un agricultor para que la trabaje y obtiene una cierta ganancia. Al tiempo contrata a otro y observa que la ganancia sube a más del doble. Agrega un tercero y la ganancia aumenta a más del triple, pero cuando contrata al cuarto observa que ya la ganancia no se cuadruplicó porque los trabajadores no tienen espacio suficiente donde plantar... y si contratara a un quito las cosas iría peor aún.

En la ciencia económica existe la Ley de los rendimientos decrecientes que explica este fenómeno: hasta cierto punto, todo puede ser mejorable pero intentar mejoras mayores da pérdidas.

Este fenómeno —que se constata por los resultados objetivos— también sirve para detectar algunas actitudes (conductas, criterios, filosofías de vida) que plantean un propósito falso: Me refiero a quienes sólo hacen algo si es perfecto o de lo contrario no lo hacen.

Los perfeccionistas suelen ser personas que (consciente o inconscientemente) no desean hacer algo pero que no quieren o no pueden confesarlo.

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20 comentarios:

Laura Bustamante dijo...

Entiendo lo que dice, pero la mediocridad puede ser insoportable aunque a veces claro, uno se esconde detrás de los preparativos para ver si algo sucede que lo exonere de lo que debería al menos empezar a hacer.

Ramiro Latorre dijo...

Tomo el ejemplo de los equipos de audio y agrego que tampoco sirve agregar una pequeña excelencia en la fidelidad sonora porque son muy pocos los que podrán detectarla.El oído humano no posee tanta agudeza.

Berenice dijo...

Una de mis hijas tiene la manía de hacer unas preparaciones interminables y ya le hemos dicho que así nunca podrá hacer nada. Ella insiste con la perfección pero puede ser que sea lo que usted dice.

Clota dijo...

Hace tiempo que vengo buscando las condiciones ideales para dejar de fumar, pero ...

Pamela dijo...

El Coyote hace aprontes muy elaborados y todos fracasan. ¿No será que la intención de él es sólo asustar al Correcaminos, llamarle la atención, hacerse amigos?

Se los dejo de deberes para que lo piensen.

Ágata Peluffo dijo...

Con el ejemplo de que el terrateniente empieza a perder si continúa agregando agricultores, pensé que quiere decir que "la ambición rompe el saco", pero no estoy seguro de que sea eso... aunque también es cierto que "todo tiene que ver con todo".

Pía Damonte dijo...

Ahora me hace dudar de algo que siempre digo creyendo que es verdadero: "Todo es mejorable".

En verdad no es tan así. Algunas cosas pueden estar en el tope e intentar mejorarlas es una manera de estropearlas.

No sé. Me vino la duda. jeje

Lic. Anibal Iocco dijo...

El perfeccionismo es una de las tantas formas en que se presenta la omnipotencia.

Existe en personas que suponen que imaginan saber qué es lo perfecto y además suponen que eso que imaginan es accesible para ellos (o para alguien).

No es más que otra forma de equivocarnos.

Claudio dijo...

Me enteré que hay personas que creen saberlo todo. Eso me pasó a mí cuando estaba en el colegio. Cada vez que tocaban el timbre de salida, me preguntaba (¡qué ingenuo!) "¿y de qué hablaremos mañana ahora que sé todo?".

Ingrid Fullgraff dijo...

Muchos criticones son perfeccionistas pero todos los perfeccionistas son criticones.

Esto es perfectamente cierto. jaja

Ricardo Sosa dijo...

La Ley de los rendimientos decrecientes la propuso un economista inglés que se llamaba David Ricardo y que hizo una fortuna impresionante porque era muy hábil comerciante.

Teresa de Luca dijo...

Lo que el universo quiere ver, para darte todo lo que quieres, es la ACCION, no el perfeccionismo. Todavía estaríamos en la edad de piedra si no fuera porque unos
cuantos hombres y mujeres valientes
salieron al mundo a probar, experimentar y fracasar, sin ninguna garantía de éxito;
porque estuvieron dispuestos a la
ACCION.

Psic. Ruben Matosa dijo...

Me parece que inventamos las máquinas para después tratar de imitarlas. Y ahora que a alguien se le ocurrió inventar las computadoras que parecen tener inteligencia, peor aún. Algunos queremos hacer las cosas tan perfectas como una máquina o pensar tan rápido como una computadora y ahí viene la desilución, la desmotivación y después no podemos hacer más nada.

Morocha Traviesa dijo...

Los seres humanos estamos más cerca de la perfección humana si no somos perfeccionistas.

(Y se me ocurrió a mi sóla eh!) juá!

Lucio Catena dijo...

Los perfeccionistas viven siempre amargados, nada les alcanza, acumulan estrés y enemigos hasta que revientan.

Grafito Paredes dijo...

Los padres perfeccionistas crian hijos inseguros.

López dijo...

Hay que buscar un equilibrio entre calidad y cantidad. Muchas veces por exceso de perfeccionismo baja mi nivel de producción.

Andrea dijo...

Mi hermano dice que cuando él hace algo lo hace bien. En los hechos termino haciendo casi todo yo.

Ludmila dijo...

Llegar a la perfección da mucho trabajo y lleva mucho tiempo, pero vale la pena, al menos dentro de lo que me he dedicado que es el ballet clásico.

el perfeccionista dijo...

Si contrata a un quito le va a costar un ecuador!!