Decimos que «la unión hace la fuerza».
A veces las personas nos agrupamos por tener intereses similares.
Cuando ese interés es económico, formamos empresas comerciales o industriales. Cuando es ideológico, formamos partidos políticos, sindicatos, entidades religiosas, sectas o sociedades secretas.
Cuando nos interesa reunirnos o jugar juntos, formamos clubes sociales y deportivos.
En todos estos casos el objetivo es satisfacer de mejor forma los intereses corporativos aprovechando que «la unión hace la fuerza».
Pero esa fuerza que nace de la acumulación de personas interesadas en un objetivo común, ¿es solamente un fenómeno de orden cuantitativo o también es cualitativo?
Sabemos que en estos casos, el todo es superior a la suma de las partes. O sea que si sumáramos la «fuerza» que aporta cada individuo, nos daría un resultado menor a la fuerza que tiene la corporación por ellos integrada.
La diferencia está en que esa corporación, por ser una persona jurídica (asociación) y no ser una persona física (individuo), «no tiene alma para condenar ni cuerpo para castigar».
Cada individuo hace algo más de lo que haría solo porque dentro de la corporación se siente menos responsable, menos enjuiciable, menos condenable, menos reprimido, corre menos riesgos. Integrar un equipo desinhibe, nos permite actuar con menos represión. Nuestra psiquis se libera dentro de un grupo.
Entonces podríamos decir que «la unión logra el desen-freno».
●●●
17 comentarios:
Entiendo la idea. Está muy buena. Quizá no esté de acuerdo con el remate: no es desenfreno lo que se logra en el grupo, pero estoy de acuerdo con que se nos quita un freno.
Cuando estudié Conducción defensiva, el instructor nos dijo que los vehículos en el que viajan varias personas cometen más infracciones que los que solo llevan al conductor.
Liberarse no es lo mismo que desenfrenarse.
¿Por qué será que los 3 chicos tuercen la cabeza?
Un conjunto de personas reunidas al azar tienen mucha más impunidad que una asociación. Una persona jurídica tiene responsables a su cargo.
Una corporación tiene leyes para aplicar.
¡Ah, pero entonces ud habla de las uniones carnales!
Los que nos unimos por tener intereses similares, terminamos separándonos por tener intereses distintos.
Y cuando nos interesa hacer catarsis, formamos la barra brava!
El Todo es un machista discriminador!!
Las personas jurídicas pueden condenar y castigar mucho más duro que una persona física.
El grupo te da seguridad y diluye la responsabilidad. Cuando niño, si llegaba de la escuela con una suspensión los viejos me mataban, pero si la sanción era para todo el grupo no pasaba nada. Es más, mis padres me habrían mirado raro si yo hubiese sido el único no castigado del grupo.
Si fuese por la acumulación de personas, los medios de transporte colectivos tendrían que tener una fuerza bárbara a las 7 de la tarde!
Cuando estás en un mismo barco el castigo cae sobre justos y pescadores.
Las corporaciones tienen alma.
En la corporación me siento menos responsable y por eso siempre hago algo menos.
A veces las personas nos agrupamos porque estamos al pedo.
Publicar un comentario