En el artículo titulado Los intereses del deseo , le comentaba algunas ideas que tengo sobre cómo deberíamos crear una empresa de intermediación financiera (un banco) entre usted y yo.
No olvide que usted dispone de un espacio igual al mío para exponer sus ideas, agregando comentarios en el blog.
Los negocios que dan mejores resultados son los que hacen unas pocas personas, pero destinados a muchas personas.
Si lo que hacemos puede hacerlo cualquiera, tendremos miles de competidores y nuestras ganancias serían muy pequeñas.
Si lo que hacemos pueden hacerlo pocas personas, tendremos pocos competidores y nuestras ganancias serán las máximas que esa actividad genere.
A su vez, si lo que hacemos le interesa a pocas personas, tendremos pocos clientes y también tendremos pocas ganancias.
Si lo que hacemos le interesa a muchas personas, tendremos muchos clientes y también tendremos muchas ganancias.
En suma 1:
— lo mejor es hacer algo que pocos saben o pueden hacer y que le interese a la mayor cantidad de gente posible, y
— lo peor es hacer algo que muchos saben o pueden hacer y que le interese a poca cantidad de gente.
Los negocios financieros no tienen ningún misterio. Son elementales, fáciles, lógicos, sencillos.
De los seres humanos (clientes del sistema financiero), tenemos mucho por aprender.
En suma 2: Lo más difícil del negocio financiero, es entender cómo reaccionamos los seres humanos frente al dinero.
Los seres humanos no somos difíciles, pero nos ponemos complicados cuando pretendemos igualar modelos ideales, imaginarios, inexistentes, maravillosos, irreales.
Este artículo es el número 870 (ochocientos setenta) que publico, comentando con usted cómo podemos entender el vínculo que hay entre los humanos y el dinero.
Parecen muchos, pero el examen y descripción de qué nos sucede con este instrumento social (el dinero), recién está comenzando.
●●●
11 comentarios:
Debemos esperar un golpe de suerte o que nuestro cerebro reciba una sinapsis masiva neuronal. No me animo a arriesgar mis magros ahorros en una idea original pero sin antecedentes.
Son pocas las personas que disfrutan con el riesgo. Eso está muy bien. El tema es que cuando hablamos de arriesgar en un negocio, no hablamos de disfrutar. Hablamos de perseverancia, trabajo, inteligencia, habilidad, paciencia, tolerancia a la frustración.
La reacción que tenemos frente al dinero es variable en una misma persona y mucho más variable de una persona a otra. Puede ser de acopio, despilfarro, búsqueda de inversiones, rechazo, miedo, fascinación. Lo importante es saber cuál de esas reacciones es la que predomina en nosotros.
Le objeto a Elbio que en los negocios no sea demasiado importante disfrutar. Es muy importante, porque de lo contrario tarde o temprano se abandona.
Está bueno aprender acerca de nuestra especie. Sirve para todo.
Los modelos ideales son como el norte en la brújula; nos indican un camino.
Quizás no se haya estudiado lo suficiente nuestra relación con el dinero porque la creemos evidente. Nos parece que simplemente deseamos obtenerlo y gastarlo para satisfacer nuestros deseos y necesidades, entre ellas la necesidad de tranquilidad. Sin embargo, desde que empezamos a estudiar la función del Inconsciente en nuestro psiquismo, las puertas de la complejidad se abren y nos sorprendemos cuando comprobamos que lo evidente poco tiene que ver con lo real.
Puede no ser demasiado difícil hacer algo que pocos puedan hacer, después de todo somos todos diferentes y por lo tanto tenemos la posibilidad de hacer o inventar cosas distintas. Lo más difícil es que nuestras ideas, servicios, productos, puedan interesarle a muchas personas. Tenemos algo enormemente valioso a nuestro favor, que es la posibilidad de ofrecer nuestro trabajo a una enorme cantidad de personas, a través de Internet.
Creo que el secreto está en tener conocimientos generales sólidos y una especialización muy específica, escasa y solicitada.
Lo que dice Paula está bien, pero yo agregaría que parte de ese secreto es la pasión puesta en lo que hacemos.
Creemos una empresa de intermediación financiera. Ud ocúpese de prestar y yo me ocupo de apretar a los deudores.
Publicar un comentario