viernes, 28 de mayo de 2010

La cuidadosa preservación de objetos rotos

En dos artículos recientemente publicados (1) (2), les decía que nuestra psiquis actúa metafóricamente, esto es, repite el mismo esquema, aunque de formas parecidas.

En otro artículo (3) les comentaba la teoría de Melanie Klein, según la cual a veces nos deprimimos porque imaginamos que nuestros deseos destructivos provocaron algún daño real.

El comentario de una lectora (Ingrid), me sugirió lo siguiente:

Ella dice que en las actuales circunstancias, suele ser más conveniente comprar objetos nuevos en vez de reparar los viejos deteriorados.

Comparto su preocupación, teniendo en cuenta el funcionamiento metafórico que describo en los dos artículos que menciono en el primer párrafo.

La tristeza que a veces sentimos sin una causa que la justifique (una pérdida, por ejemplo), suele provenir de esa reacción que tenemos cuando nuestras aspiraciones destructivas nos preocupan, angustian, nos hacen sentir culpa y arrepentimiento de algo que sólo imaginamos, que nunca hicimos, y que quizá nunca llegamos a conocer conscientemente porque sólo ocurrió en nuestro inconsciente y lo más próximo que conocimos fue un sueño perturbador.

La reparación de un objeto deteriorado (lavarropas, radio, bicicleta), alivia nuestra tristeza, acorta los períodos de depresión, nos alegra.

Como generalmente no podemos tomar decisiones antieconómicas (es decir, no nos permitimos pagar por una reparación una cantidad de dinero similar a la que gastaríamos comprando un objeto nuevo), nos sometemos a la racionalidad pero tratamos de conservar el objeto antiguo en algún lugar donde no moleste.

En suma: como nuestro inconsciente puede imaginar que las mujeres se parecen a la madre tierra por su capacidad de gestar (2) o nos entretienen las tareas manuales, en tanto nos sentimos tan creativos como una mujer embarazada (1), reparar objetos deteriorados nos alegra porque sentimos que compensamos nuestros deseos destructivos.


(1) La creatividad y el miedo
(2) La mujer de Juan Pérez

(3) La depresión constructiva

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9 comentarios:

Canducha dijo...

Qué buena la imágen del artículo de hoy! Es verdad que tratamos de mantener nuestro matrimonio, aunque esté roto y esa rotura esté escondida a la vista de familiares y amigos.

Margarita dijo...

El otro día le dije a mi esposo que no tenía objeto continuar con nuestro matrimonio. Él me contestó que si algo se había roto entre nosotros, estábamos a tiempo de repararlo. Entonces decidimos comenzar una terapia de pareja. Ahí fue que tomamos valor para divorciarnos.

Rosana dijo...

Es un prejuicio pensar que quienes emprenden una terapia de pareja terminan divorciándose. Tengo un matrimonio amigo que renovó sus votos matrimoniales gracias a la terapia.

Ingrid dijo...

Gracias por su esclarecimiento, Licenciado, lo tendré muy en cuenta.

Saúl dijo...

Conservar un vínculo donde no moleste, podría ser mantenerlo desde el punto de vista formal pero vacío de contenido.

Jorge dijo...

Creo que Saúl se equivoca. Esos vínculos vacíos de contenido de los que el habla, hacen daño. Además ningún vínculo puede quedar vacío de contenido, mas bien lo que sucede es que se llena de contenidos negativos.

Malvina dijo...

Muchas personas compran un objeto nuevo, como sería recomenzar con una nueva pareja o hacer nuevos amigos, porque sienten que es mucho más difícil reparar lo que se estropeó. Pienso que en la mayoría de los casos tienen razón.

Tomás dijo...

Con las mujeres puedo realizar tareas manuales que me hacen sentir feliz y creativo.

Lidia dijo...

Por qué será que a veces nos hace tanto bien tirar cosas, deshacernos de objetos? A lo mejor eso nos permite fantasear inconscientemente que nos deshacemos de personas y situaciones que no queremos más en nuestra vida.