lunes, 24 de mayo de 2010

La miopía universal

Todos nuestros vínculos se caracterizan por la ambivalencia.

El amor convive con el odio, el deseo de construcción convive con el deseo de destrucción, el afán de protección convive con intentos de atacar.

Cuenta la Biblia, que el primer crimen fue un fratricidio: el primogénito de Adán y Eva, mató a su hermano Abel.

Nos esforzamos infructuosamente en tener una visión más favorable de nuestra especie, pero sólo logramos engañarnos con mayor o menor eficacia. En el fondo sabemos que somos recíprocamente peligrosos.

A esto se agrega otra particularidad de la psiquis, que influye nuestra filosofía, nuestras decisiones y nuestras acciones.

Imaginemos que el odio y el amor existieran por partes iguales, es decir, que los humanos fuéramos entre nosotros tan peligrosos y destructivos como amorosos y protectores.

Esa aludida particularidad de nuestra psiquis, hace que nuestra percepción subjetiva de todo lo negativo, se registre aumentada.

El imaginario mitad buenos y mitad malos, en realidad lo sentimos como que somos malísimos y apenas buenos.

La valoración intuitiva que hacemos del entorno, nos arroja resultados muy pesimistas.

Un factor ligeramente peligroso, lo vemos como muy peligroso, mientras que un factor muy favorable, lo vemos como apenas conveniente o sencillamente, no lo percibimos.

Esta distorsión de la realidad, se corrige bastante con la educación, la información y la investigación.

Quienes saben que por naturaleza de la especie humana, tenemos una visión errónea de la realidad, aplican mucho esfuerzo a corregirse y esta formación les permite volverse más ecuánimes, disminuir los miedos irreales y actuar con mayor acierto.

Todos evaluamos mal por naturaleza (nacemos así). Quienes no corrigen este defecto, no pueden competir en igualdad de condiciones con quienes sí lo corrigen (con la educación, la información y la investigación).

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11 comentarios:

Silvia dijo...

Ojalá que el optimismo propio de los políticos, les permita actuar con mayor acierto.

Abel dijo...

JUSTICIA! JUSTICIA! JUSTICIA!

Julián dijo...

Para percibir los factores favorables, nada mejor que perderlos.

Emiliano dijo...

Ahora me doy cuenta por qué durante toda la primaria obtuve malas evaluaciones!

Damero dijo...

O malo o bueno. A mí no me venga con medias tientas.

Iris dijo...

no sé por qué lo negativo siempre se aleja del microscopio

Yanela dijo...

Es obvio que estamos en la era del anticristo.

Magdalena dijo...

Como no estamos acostumbrados a que las cosas existan por partes iguales, siempre protestamos porque suponemos que nos tocó la parte más chica.

Celina dijo...

Muchísimo amor puede que no alcance, pero un poquito de odio no parte el alma.

verónica dijo...

Vemos más lo negativo y sin embargo nos cuesta expresarlo.

Bárbara dijo...

En el fondo sé que el mayor peligro me soy yo.