En un artículo anterior (1), les decía que la depresión anímica genera —en quien la padece— una fuerte apatía, desgano e incapacidad para trabajar.
Naturalmente, este fenómeno orgánico, anímico o psíquico, es muy penoso para quien lo padece y además produce grandes pérdidas económicas por horas no trabajadas.
Les decía que no se sabe qué es la depresión, qué la causa ni cómo se cura.
La psiquiatría logra disminuir el padecimiento (calmando la angustia, mejorando un poco el nivel de actividad), pero por ahora no puede prometer curaciones.
Por su parte, el psicoanálisis y demás técnicas verbales, lo que hacen es tratar de modificar las ideas (desvalorización, pesimismo, suicidio) que agravan la compleja situación física.
En el nivel laboral, quienes padecen depresión, necesitan ausentarse de sus responsabilidades, a veces una o dos veces por año.
Una de las hipótesis que viene a cubrir la falta de conocimiento que tenemos sobre este fenómeno, refiere a la agresividad.
Ambos sexos tratamos de resolver las dificultades con un monto de agresividad similar.
Por razones físicas (musculatura, adrenalina) y culturales, los varones despliegan su agresividad, actuando a veces con prepotencia, otras con atrevimiento, otras con golpes o insultos.
Por razones físicas (musculatura, adrenalina) y culturales, las mujeres NO despliegan su agresividad hacia los demás, sino hacia sí mismas.
Esto les produce un enorme gasto de energía, abatimiento físico, dolores, desgano, frustración, provocándoles los fenómenos depresivos (angustia, decaimiento, irritabilidad), que las obliga a quedarse muchas horas o días acostadas, por falta de fuerza para levantarse.
A partir de estas diferencias, constatamos que
— la cantidad de hombres encarcelados es notoriamente superior al de las mujeres encarceladas;
— hay más depresivas que depresivos.
En suma: La agresividad puede canalizarse hacia sí mismo o hacia los demás. En un caso provoca depresión y el otro conflictos sociales, respectivamente.
(1) Depresión: enfermedad o estado
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8 comentarios:
Me interesa saber que genera la depresión anímica en quien no la padece. En otras palabras: en quienes soportamos a los malditos depresivos.
Los conflictos sociales que provoca la depresión son más bien, intrafamiliares.
Estoy cansada pero no triste. Me falta energía pero estoy entusiasmada. Tengo alegría pero me jode la ansiedad.
Deprimida, parece que no.
A mí me pasa como a Blanca y no entiendo por qué estoy cansada, si no hago nada!
Deben de haber un montón de maneras diferentes de canalizar la agresividad hacia uno mismo.
No podés agarrarte uno o dos bajones por año, porque así no hay laburo que aguante.
La depresión se cura. No sabés si es de forma definitiva, pero esto pasa con muchísimas enfermedades que podés volver a padecer varias veces.
Cuando el macho montó a la hembra, sacó su agresividad fuera y ella la recibió dentro.
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