domingo, 26 de septiembre de 2010

La boda Perverso-Neurótica

No está confirmado, pero el psicoanálisis podría tener razón.

Existen sobrados motivos para suponer que sus postulados son rechazados porque perjudica los intereses de gente con mucho poder.

Si esto fuera así, entonces el psicoanálisis llegará a ocupar el lugar que se merece, el día que se deje de molestar o que el poder de sus adversarios disminuya.

Este arte-científico postula que los seres humanos, amamos intensamente a quien nos cuidó al nacer, proveyéndonos lo que salvó nuestra vida.

Nuestra forma de amar quedó diseñada en esos primeros meses: el sentimiento que nos inspiró quien nos alimentó, abrigó, higienizó, acunó, luego continúa a lo largo del resto de la vida con pocas variantes.

También en esa primera ocasión ocurrieron las primeras decepciones, frustraciones y pérdidas, que diseñaron nuestra forma de enfrentar los problemas.

Cuando nuestro «primer gran amor» (generalmente mamá), comenzó a dedicarse a otras tareas y perdimos la exclusividad, fue terrible, tuvimos miedo, no supimos cómo salvar nuestra vida.

Finalmente logramos superar esa etapa y lo hicimos con un estilo neurótico o con un estilo perverso.

Nota: estos vocablos suenan demasiado dramáticos, pero una y otra forma no pasan de ser normales. Neurótico o perverso, son tan normales como ser alto o bajo, flaco o gordo, blanco o negro.

A quien optó por el estilo neurótico, lo vemos quejándose porque supone que algo malo hizo para que la madre deje de atenderlo con tanta dedicación. El neurótico se cree culpable y no se cansa de lamentarse.

Quien optó por el estilo perverso, no asume la pérdida, insiste, no se siente culpable, lucha incansablemente (y hasta neciamente) por recuperar lo que —según él— nunca debió perder.

Ese primer amor perdido suele estar representado (simbolizado) por el dinero.

Los neuróticos se quejan de la pobreza y los perversos son insaciables.

●●●

8 comentarios:

Ada dijo...

Creo que esa boda no tiene futuro. El perverso se va a artar del neurótico y el neurótico verá al perverso como un desalmado.

Rolando dijo...

Ya fue bastante bancarme el desplante de mamá. De ahora en adelante, quienes la sustituyan deberán hacer todo lo que ella no hizo (y lo que hizo, por supuesto)

Evaristo dijo...

El psicoanálisis ocupará el lugar que se merece cuando alcance mayor eficacia.

M. Eugenia dijo...

Y los que nunca enfrentan los problemas, a qué categoría pertenecen?

Paty dijo...

Yo creía que los perversos eran los disfrutaban haciendo cosas malignas.

Celeste dijo...

Los hombres deberían ser más perversos en eso de insistir. No entienden que a una le cuesta decidirse.

Lucas dijo...

A las mujeres que les pasa eso que dice Celeste, mejor huírles. Van a estar haciendo eso toda la vida; te vuelven loco.

Margarita dijo...

Lucas no entiende nada. Cuando la mujer dice sí de primera, la toman como regalada. Si duda dicen que es una histérica.
Otras lo hacemos simplemente por coquetería, para aumentar el deseo del hombre y también el de una misma.