jueves, 2 de septiembre de 2010

«Para enriquecer hay que ahorrar»

En asuntos económicos, hay personas a las que:

— les va bien, es decir que tienen dinero suficiente o de más;

— les va regular, es decir que suelen tener dinero escasamente suficiente y eventualmente padecen alguna escasez transitoria; o

— les va mal, es decir, permanentemente tienen menos dinero del que necesitan para satisfacer las necesidades y deseos básicos.

Una mayoría pensamos y actuamos de forma similar.

Por ejemplo, pensamos que nuestra situación (buena, regular, mala), obedece a un conjunto de causas, sobre las cuales es posible ejercer un cierto control.

Por ejemplo, si alguien tiene mucho dinero, las causas son: recibió una herencia, es muy inteligente y hábil para los negocios, avaro, afortunado, y otras causas por el estilo.

Yo diría que ninguna de estas suposiciones puede demostrarse a cabalidad. Lo más que puede lograrse es que un conjunto de personas se ponga de acuerdo, con lo cual las causas de la riqueza se establecen por consenso.

Si un mafioso dispone de autos lujosos, mucho personal a su cargo, grandes mansiones y soborna a los funcionarios menos nobles, decimos —por consenso— que «la causa de su gran patrimonio está en las enormes ganancias que logra el crimen organizado».

El criterio para explicar cualquier otra situación económica, es similar: imaginamos, nos ponemos de acuerdo y ya quedamos convencidos de que la causa de la riqueza de Fulano es (y debe ser) aquella que imaginamos muchas personas.

Una vez instalada en nuestras cabezas esta convicción, pasamos a la segunda etapa que comienza con la pregunta ¿puedo copiar la receta de esa forma de vida que deseo para mí y mi familia?

Sea cual sea la respuesta, será tan poco confiable como la premisa que le dio sustento, esto es, la explicación más votada, más creíble, con más opiniones favorables. La fantasía más popular.

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11 comentarios:

Magdalena dijo...

Para ud nada es confiable.

Luciana dijo...

Lo que intenta explicar el Licenciado es que no existe una receta para lograr la riqueza. Cada cual debe encontrar su propio camino.
Además habla de las fantasías poco confiables, pero en fin, no le de mucha bola.

Nolo dijo...

Es cierto, yo conocí a un mafioso que había hecho dinero abriendo iglesias para los pobres.

Papusa dijo...

Soy toda una bacana porque juego como el gato maula, con el mísero ratón.

Ramiro dijo...

La explicación más votada fue a segunda vuelta.

Luana dijo...

Mis fantasías no son populares. Me gusta ser exclusiva en todo.

Chapita dijo...

Nadie imagina la verdadera causa de mi riqueza: todos los días pongo un diente abajo de la almohada.

Martín dijo...

La buena forma de vida la deseo para mí. La familia que se parta.

Celeste dijo...

Yo nunca me pongo de acuerdo para imaginar junto con otras personas.

Oriente dijo...

Ninguna de las causas que ud menciona (respecto de por qué alguien tiene mucho dinero) puede demostrarse a cabalidad, pero son las más cabales.
Es mejor basarse en eso que seguir una cábala.

Anónimo dijo...

PATAPUFETE!