La intoxicación
orgánica que producen ciertas drogas es objeto de preocupación.
Algunos no
parecen preocupados pero lo que en realidad ocurre es que no están informados
de cómo el alcohol, la cocaína, las drogas psiquiátricas en general y casi
todas las demás que los médicos recetan a manos llenas, son buenas mientras
seamos ignorantes de los efectos secundarios provocados sobre el organismo de
los consumidores.
Este artículo se
refiere a la intoxicación por símbolos, algo sobre lo que presumiblemente usted
nunca oyó hablar. Más aun: no sé si alguien habrá propuesto la idea que les
propondré en este artículo. Hice la consulta en Google y este respondió: “No se ha
encontrado ningún resultado para "intoxicación por símbolos".”
Los símbolos son
los discursos, los gestos políticos, las conmemoraciones, las inauguraciones,
las declaraciones públicas de personajes conocidos, y otros fenómenos humanos
por el estilo. Los símbolos son actos que provocan una cierta reacción en
nuestras mentes, hasta cierto punto similares a lo que provocan las otras
drogas psicotrópicas, legales o ilegales.
En esta línea
hace tiempo que estoy inmoderadamente furioso con las increíbles declaraciones
del Papa Francisco I, quien señala acusadoramente a los ricos, a quienes tienen
mucho dinero y condoliéndose de quienes padecen escaseces indignantes.
Es tremendo que a
los humanos nos ocurran estas lamentables situaciones: todo el mundo festeja
las palabras inútiles de un personaje importante mientras quienes padecen
penurias económicas siguen teniendo una vida tan indigna como antes.
Peor aun: la
seguirán teniendo porque el efecto mental que provocan estas condolencias
huecas adormece las mentes de todos quienes podrían ayudar paralizados por esta
“intoxicación por símbolos”.
Los
narcotraficantes de símbolos (el Papa y demás) se esconde detrás de los otros
narcotraficanates, los que venden clandestinamente drogas que alteran la
percepción de la realidad.
(Este es el Artículo Nº 2.116)
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