sábado, 23 de mayo de 2009

Cambio de ruta

Un subsidio existe cuando alguien paga algo sin disfrutarlo. Por ejemplo, el estado paga una parte del costo de litro de leche de vaca para que los consumidores finales paguen menos por ella.

Es una forma de administrar el reparto de la riqueza, pero también es usado para resolver problemas comerciales.

Por ejemplo, si un frigorífico faena una vaca obtendrá carnes más solicitadas que otras, entonces los carniceros aumentan el precio de las más solicitadas para abaratar las menos solicitadas, de tal forma que finalmente todo encuentre compradores. En este caso, los compradores de la carne costosa subsidian a los compradores de la carne menos solicitada.

En este caso se le llama «subsidio cruzado» porque en un mismo proceso de comercialización, los compradores se ayudan entre ellos sin saberlo ni conocerse. El carnicero discretamente hace que unos colaboren con los otros y con esa mediación él logra vender toda su mercadería.

El subsidio pude ser tan grande que lleve el costo a cero.

Efectivamente, ya existen muchos bienes que se regalan porque otros pagan por él (esponsorización). Aunque ya escuchábamos interesantes programas radiales sin abonar por ellos, ahora está sucediendo lo mismo con publicaciones. Existen diarios y revistas que han dejado de cobrarse.

Aún más llamativo es el fenómeno de Internet. Desde su aparición en la década del ’80, cada vez más a menudo podemos obtener software, música, videos, películas y libros sin tener que pagar por ellos.

Si era complejo ganar dinero, estos trabajos que (aparentemente) nadie cobra modifican el escenario de forma radical.

Conclusión: Si usted es partidario de apelar a la experiencia, a lo que siempre se hizo, a repetir los métodos de sus padres, quizá va por mal camino.

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12 comentarios:

José Luis Rajoi dijo...

Para los que tenemos algunos añitos, lo que no se pudo creer fue cuando Gillette sacó al mercado la maquinilla de afeitar que se tiraba al desafilarse.

El fenómeno de lo desechable fue culturalmente muy trascendente aunque no llamó la atención en forma directa.

Romina Amestoy dijo...

Algunas universidades ofrecen la actualización permanente y asistir a sus cursos es como visitar al oftalmólogo cada tanto para que nos corrija el cristal de nuestros lentes.

Grafito Paredes dijo...

Mi vida es un subsidio permanente.

Daniel Lacio dijo...

Lo bravo es cuando te decidís a cambiar de ruta en el momento en que ya no podés cambiar de carril.

Damián Bertochi dijo...

Mejor que el estado deje que yo me compre la leche (nunca se sabe por dónde te lo van a cobrar)

Trapiche dijo...

Quisiera hacer algo con toda esta información tan útil que ud nos brinda pero no se me ocurre nada.

Eduardo Rossi dijo...

Conseguir esponsor es muy importante, fundamental diría yo, para ciertas actividades, si no pregúntenle a aquel atleta olímpico lanzador de jabalina.

Gretel dijo...

Para ir por buen camino hay que mirar para adelante, de lo contrario volvés por el camino.

Roque Ventura dijo...

Yo no voy a la carnicería para ayudar a nadie ¡no soporto que dirijan mi vida!

gatita hot dijo...

Claro! A mí por ej, me pagan los dueños del hotel, los clientes sólo tienen que disfrutar!

Emilio Paz dijo...

También existen diarios y revistas que han dejado de venderse.

Matías dijo...

¿Ud está anunciando el fin de los grandes Maestros? ¿La aniquilación de los paradigmas? ¿El desconcierto, la nebuloza, el big-bang? - Perdón me fui al carajo.