El trágico final de Jesús de Nazaret es usado para crear un variado tipo de leyendas. Todas a gusto de quien las inventa.
Aunque esas historias disten mucho de ser reales, quienes creen en ellas organizan toda su vida y escala de valores suponiendo que son verdaderas.
Por lo tanto, lo que realmente importa es lo que alguien pueda creer. La veracidad histórica es secundaria.
Una versión bastante difundida cuenta que Jesús era hijo de Dios, quien fecundó a María milagrosamente (y por eso ella no perdió la virginidad).
Este hijo de Dios predicaría ciertas verdades inspiradas directamente por Dios y luego sería sacrificado como forma de pagar los pecados del ser humano.
Es propio de nuestra especie hacer sacrificios como forma de pago. Hay quienes hacen una promesa: «Si salvo el examen de matemáticas, iré caminando a la iglesia que dista diez kilómetros».
Si un ser humano piensa que existe un Dios que sacrifica a su hijo (Jesús) para salvarlo a él (al ser humano creador de la leyenda), es porque se siente muy amado por el Dios que imagina y además porque tiene un criterio de pago mediante la inmolación, la muerte, el sacrificio.
Les propongo pensar que algunos pobres patológicos podrían serlo porque piensan que Jesús es una forma de dinero que se utilizó para pagar por su salvación (la del pobre patológico que así piensa). Por lo tanto, no puede aceptar el dinero-Jesús y mucho menos usarlo para pagar algo que necesita. Semejante cosa sólo podría hacerla Dios. Emularlo sería una falta de respeto merecedora del peor castigo divino.
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15 comentarios:
Las "historias" (como ud les llama) sirven para trasmitir un mensaje, una forma de pensar, una manera de ver e interpretar nuestra misteriosa existencia.
Siento como un sacrificio el pagar todo lo que pago en mi familia. Les digo que mi verdadero apellido es PAGANINI, pero por algún motivo (quizá sea masoquista), me da mucho placer poder hacerlo y ruego a Dios que nunca me falten fuerzas para salir a buscar ese dinero que ellos y yo gastamos.
Quiero la foto para llevarla a tamaño poster y colgarla en la pared de mi cuarto, y también la quiero para protector de pantalla de la compu!!
A mí en la catequesis me enseñaron que había que emular a Dios todo lo posible, todo lo que una pueda, y que hacercarse a la santidad es el mejor proyecto de vida.
Yo colecciono Jesusitos de todo tipo, de madera, de cerámica, de bronce, de vidrio, grandes, medianos y minúsculos.
Nunca me imaginé que podía usarlos como forma de pago...
Uno de mis acreedores utiliza siempre a dios para agradecerme los adelantos en los pagos que a veces le hago. Siempre me dice "que dios se lo pague, que dios se lo pague" y a la segunda vez que lo dice, se va sonriéndose entre dientes.
DIOS SACRIFICA A SU HIJO Y LOS HUMANOS TAMBIÉN.
El final de Jesús de Nazaret fue trágico sí, pero no tuvo nada de especial porque era el método de castigo de la época. Si se tejieron leyendas en torno a Jesús no fue por la forma en que murió.
María sí que perdió la virginidad, porque después de Jesús tuvo un montón de hijos.
El sacrificio como forma de pago nace de la ley del Talión. Si tú sufriste por darme esto que me das, yo debo sufrir también por adquirirlo. Es ojo por ojo y diente por diente.
Si con matar a un sólo hombre se pagan todos los pecados del mundo, ese hombre debe ser super-recontra-valioso!!
A Dios no le debe costar nada hacer milagros, no entiendo por qué tiene que cobrarlos (y menos con sacrificios ¡qué sádico!)
Les comento una pequeña viñeta clínica. Un hombre perdió a su hija porque la niña se ahogó en la playa. El padre no iba a dejarla ir sola a la playa con sus amigas porque lo consideraba peligroso, pero ante la insistencia de la muchacha finalmente cedió. Por este motivo es que se sintió muy culpable de la muerte de su hija.
Cuando se cumplió el 1er aniversario de su muerte, el hombre estaba cortando leña y casualmente se mutiló un dedo. Lo que este padre no puede explicar es el alivio que sintió después de haber perdido la falange.
Si el dinero cristiano se mide en Jesuses, ahora entiendo por que siempre ando con el Jesús en la boca!
Para mí que la valoración del sacrificio ya la llevamos en los genes.
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