Somos animales diferentes al resto aunque no superiores. Esta categoría es autoproclamada pero no tiene mucho fundamento.
Los animales tienen muy desarrollado el instinto, casi todo lo hacen automáticamente y no les va del todo mal.
Los humanos tenemos instintos muy escasos. Casi todo lo tenemos que pensar desde cero. Necesitamos aprender a percibir el entorno, tenemos que razonar, buscar información, desarrollar destrezas. Un ave construye su nido sin complicarse mucho.
La ventaja de esta pobreza instintiva es que podemos ser más creativos, adaptarnos mejor a casi cualquier lugar, adecuarnos más rápidamente a los cambios.
Sin embargo, es cada vez más frecuente la sub-utilización de la inteligencia humana. Por ejemplo, muchas personas copian a los animales de la siguiente manera:
1) Reaccionan automáticamente ante los estímulos, impensadamente, podría decir.
2) Viven al día, solucionan el problema que tienen en el presente y nada más. Cuentan con que el instinto les dirá qué hacer en cada ocasión.
3) Siempre aplican la misma solución para el mismo problema, sin buscar perfeccionarse. Son esquemáticos, repetitivos, rutinarios, estereotipados.
Para compensar esta desactivación de la inteligencia, nos organizamos de tal manera que unos pocos se encargan de pensar y con el poder que les damos (a los gobernantes, técnicos, profesionales, intelectuales), nos ordenan qué tenemos qué hacer y cuándo.
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15 comentarios:
Yo propongo aceptar que copiar no sea vergonzoso. De hecho, tenemos aviones porque alguien alguna vez trató de copiar a ese pájaro que nace sabiendo hacer un nido.
La especie humana fue la que se adueñó del planeta y por eso nos sentimos superiores. Percibimos todo desde el antropocentrismo.
Conozco varias personas que hacen del vivir al día una virtud. Dicen que no hay que cargarse con el futuro, que bastante tenemos con arrastrar el pasado.
Está lleno de humanos que son unas aves y construyen lo suyo sin complicarse nada.
Tiene razón de que aplicamos las mismas soluciones que no nos sirvieron. Yo me autoengaño pensando que si bien la solución no cambió, cambié yo y ahora puede dar resultado, pero en general no pasa así. Recurro siempre a lo conocido porque me genera menos inseguridad.
MI INSTINTO NO SE EQUIVOCA
A mí nadie me ordena qué hacer. Gobernantes y funcionarios son mis empleados. Yo pienso cuando quiero.
Acá en Uruguay se presentaron más de 1000 listas para las elecciones internas de los partidos políticos. Somos muchos con ganas de gobernar.
En mi caso, la rutina me sirve cuando estoy cansada, hago las cosas sin pensar y ahorro energía. Después de que se va la flojera intento ser más creativa.
Soy muy impulsiva, eso me trae muchos inconvenientes, aún no se me ocurre como luchar en contra de mi impulsividad. Quizás me ayude una psicoterapia.
Las personas no copian a los animales. Se comportan como lo animales que son. (Salvo yo, claro)
Los neurólogos dicen que usamos una pequeña parte de nuestra capacidad cerebral, pero no se han difundido aportes en cuanto a cómo aprovecharla más.
Para mí que los supermercadistas son expertos en estimular nuestra voracidad.
Creo que como personas o como animales, se vive lo mejor posible. No sé si los que se rompen la cabeza consiguen mejores cosas.
Soy persona de lunes a viernes. Sábado domingos y festivos: animal. Mi mujer se queja. ¡Que se vaya!
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