En el artículo publicado ayer con el título Los economistas caninos comentaba que la naturaleza no nos entrega a todos el mismo «capital inicial» (talento, salud, fortaleza).
Existe la posibilidad de que las especies que tienen todas sus acciones predeterminadas por el instinto hagan lo correcto, que en este caso consiste en dejar que cada ejemplar se las arregle como pueda.
También existe la posibilidad de que la ausencia en nuestra especie de un instinto tan completo y predeterminante, nos habilite para corregir esa irregular distribución de recursos que hace la naturaleza.
Los que estamos embarcados en esta segunda posibilidad (corregir las injusticias distributivas de la naturaleza) no tenemos la seguridad de hacer lo correcto a pesar de que para darnos ánimo podamos insistir en que existe el libre albedrío, que el ser humano es el único responsable de su destino, que «querer es poder», y otras creencias igualmente indemostrables pero estimulantes.
Cuando para mejorar la calidad de vida de los que están peor, tratamos de copiar las prácticas de quienes son exitosos en el plano material, también tenemos que saber que esa quizá no sea la solución.
La duda surge porque no sabemos si a esa persona le va bien porque aplicó un cierto método (que podríamos copiar) o es una consecuencia de que es naturalmente más fuerte, resistente a la fatiga, inteligente, sereno, bondadoso (condiciones tan imposibles de copiar como su estatura, los rasgos faciales o el color de su piel).
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13 comentarios:
Los casos de mellizos "separados al nacer" aportan pruebas de que el ambiente donde nos criamos incide en gran forma sobre nuestro destino.
"Querer es poder" en este otro sentido: Si uno quiere que le vaya mal, casi seguro que lo logra.
Si hoy existen olimpíadas y campeonatos de basquet de personas que no pueden caminar, más fácil debería ser que personas con discapacidad económica consigan su "prótesis". ¿o no?
Si hay una posibilidad de mejorar, lo mejor que nos puede suceder es tomarla.
Uniendo el intento por mejorar nuestra calidad de vida, con el de mejorarnos a nosotros mismos, iniciamos un camino positivo y estimulante.
Hay un montón de prácticas que se pueden imitar porque ya están suficientemente probadas, pero la solución global es personal.
De las virtudes que ud mencionó: fortaleza, resistencia, inteligencia, serenidad, bondad; quizás todas puedan educarse, menos la inteligencia, esa se podrá desarrollar dentro de ciertos límites o atrofiar por distintas causas.
¡Ud desearía hacer su aporte para corregir las injusticias distributivas de la naturaleza! ¡Qué bueno! A veces ud me desconcierta, pensaba que eso no le interesaba en lo más mínimo.
El dinero a veces ayuda un poquito a prestar lo que la naturaleza no da.
Estoy totalmente de acuerdo: no existe el libre albedrío, en la resultante de nuestro destino intervienen múltiples factores y pocas veces querer es poder. Así y todo seguimos intentando. Somos conmovedoramente tercos.
Mi capital inicial tenía signo negativo.
Existirá la posibilidad de esto y existirá la posibilidad de aquello, pero no se puede ser tan racional, vivimos más que nada guiados por nuestras emociones.
Yo sí pude imitar el color de su piel.
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