miércoles, 29 de julio de 2009

¡Compre ya!

En un antiguo test de inteligencia para personas mayores de 16 años (WAIS - 1955) había una pregunta que decía: «¿Qué debería hacer usted si estando en un teatro viendo una película, fuera el primero en ver fuego y humo?»

Con ésta y otras preguntas por el estilo (por ejemplo: «¿Por qué tiene locomotora el tren?»), este test procura evaluar la aptitud para un desenvolvimiento adecuado a nivel personal y social.

Aunque parezca preguntas ingenuas, muchas personas responden que gritarían «¡fuego! ¡fuego!» y saldrían corriendo (lo cual generaría un caos con varios muertos y heridos) o que la locomotora alerta con su ruido para que nadie se atraviese en las vías.

No es lo mismo estar sentado ante una hoja de papel contestando preguntas, que estar realmente en un cine que se incendia, pero si con esa tranquilidad responde que su actitud sería gritar y salir corriendo, entonces estamos ante alguien que no tiene noción de cómo reacciona un grupo de gente en peligro.

A tal punto existen estos criterios en personas dotadas de inteligencia normal, que algunos sistemas de venta toman en cuenta lo que se llama «psicosis colectiva».

Es más fácil convencer a 500 personas que a una sola.

Algunas empresas organizan eventos promocionales a los que se invita a personas de reconocido poder adquisitivo para que asistan a una presentación en la que son agasajados, se les muestra el producto de forma seductora y aquellos que individualmente nunca hubieran comprado eso que se les ofrece, pueden caer fácilmente en dejarse llevar por la «psicosis colectiva» y tomar una decisión que con más tranquilidad reconocerán como absurda.

Quienes toman decisiones bajo el efecto de una «psicosis colectiva» se equivocan siempre pero lo reconocen pocas veces.

●●●

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Si con ese criterio fueron inventados los Shoppings, ahora comprendo el éxito que tienen.

Martín Luhërs dijo...

Me parece que en los actos de masas, las grandes manifestaciones populares, todos vamos porque van los demás y a su vez cada uno piensa lo mismo, pero ninguno sabe por sí mismo qué está haciendo ahí además de sentirse tan inteligente como "los que sí saben" que en realidad no son ninguno.

La situación parece un chiste de Groucho Marx o de Woody Allen.

macarena dijo...

Es increíble que esos sistemas de ventas sigan funcionando!

martín ríos dijo...

La influencia de la mayoría sobre el pensamiento individual es enorme y la mayoría de las veces no te das cuenta de que te están influenciando.

Salustio dijo...

Lo difícil de convencer a 500 personas es encontrar donde meterlas.

Paty dijo...

Tengo otro ejemplo: la moda. Hay ropa que jamás se me habría ocurrido usar, de no ser que todo el mundo estuviera usándola.

León L. dijo...

¡Qué tontería! El tren tiene locomotora porque es antiguo.

Andrea dijo...

El consuelo de equivocarse tomando decisiones bajo el efecto de una psicosis colectiva es que "mal de muchos..."

Sandra Ecco dijo...

Cuando se me vaya la psicosis por la gripe podré volver a ocuparme del medio ambiente.

Manuel dijo...

Todos nos equivocamos y lo más común es reconocerlo pocas veces. Si admitiéramos nuestras equivocaciones viviríamos más distendidos y no nos exigiríamos tanto.

el oriental dijo...

No estoy de acuerdo con lo de los Shoppings, al menos en mi país, la gente los usa más para pasear que para comprar.

Enzo Gross dijo...

La psicosis colectiva se potencia si entre los que forman parte de ella tenés a algún famoso.

Aurora Blanca dijo...

¡OJO! Somos un rebaño con vida propia!!

Karina dijo...

Imagine lo desastroso que debe ser estar en un cine que se incendia, contestando preguntas frente a una hoja de papel.

Grafito Paredes dijo...

Las masas se desbocan ante el peligro.