La acción de identificar consiste en «hacer que dos o más cosas en realidad distintas aparezcan y se consideren como una misma.»
En el Diccionario de Psicoanálisis de Jean Laplanche y Jean-Bertrand Pontalis describen la identificación como el «Proceso psicológico mediante el cual un sujeto asimila un aspecto, una propiedad, un atributo de otro y se transforma, total o parcialmente, sobre el modelo de éste. La personalidad se constituye y se diferencia mediante una serie de identificaciones. »
Por ejemplo alguien, con el transcurso de los años imita inconscientemente los siguiente rasgos: habla pausado como su padre, se peina igual que Robert de Niro en la película Heat (Fuego contra fuego), cuando desconfía, levanta una ceja como un cierto héroe de un comic, defiende los colores de un equipo de fútbol igual que su tío más querido, cruza las piernas como Sharon Stone en la famosa escena de la película Basic Instinct (Bajos instintos).
Muchos se preguntan por qué el Vaticano ostentan tanta riqueza siendo que la Iglesia Católica pregona la austeridad y la pobreza.
Las personas creyentes en la existencia de un ser superior que los ayuda a cambio de sacrificios, destinan los mejor de sí para hacerle ofrendas.
Esta particularidad psicológica que todos poseemos de identificarnos con cierta figuras admiradas, queridas, reverenciadas, permite que algunas personas no padezcan las penurias económicas que sufren porque se sienten tan ricos como el dios, el santo o la virgen que veneran.
También pueden estar como anestesiados para los sufrimientos de la pobreza, identificándose con jugadores de fútbol que nadan en la abundancia, con estrellas del espectáculo multimillonarias o consumiendo telenovelas donde todo es diversión y nadie trabaja.
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14 comentarios:
Ahora entiendo por qué me gustan tanto las telenovelas argentinas. Soy adicta a ese anestésico.
Yo pensaba lo mismo que usted pero lo decía de otra forma. Decía (y sigo diciendo) que nos imaginamos como apoderados de los ricos. Actuamos imaginariamente en su representación. Podemos ponernos en su lugar ... y seguir enterrados en la mediocridad.
Las penurias económicas no hay quién ni qué me las haga olvidar. Cuando me atraso con las cuentas vivo de mal humor y comer en de manera frugal me convierte en un asesino en potencia. Tal mal me siento que no hay forma de que pueda encontrar soluciones. Estoy paralizado, empantanado en la desesperanza, me siento un inútil y creo que todo es inútil.
El fútbol le da alegría a mi corazón. No importa lo que pase antes o después. Mis emociones más intensas las he vivido como hincha de un Club. Si conozco la tristeza es porque soy de Nacional, si se de glorias es porque alguna vez fui de Peñarol.
Los jugadores de fútbol no dan todo en la cancha porque le dedican muchas horas a la natación en La Abundancia. (Es una estancia con piscina parecida a la de Bonanza)
Cuando voy a pedirle trabajo a San Cono, tengo tanta fe de que lo voy a conseguir; basta con mirar todas las joyas que tiene el santo.
Dios no es ejemplo de buen padre. Le sacrificaron millones de corderos que ni siquiera provó y encima permitió que a su hijo le llamaran "cordero de dios" exigiéndole además que quitara el pecado del munco y que tuviera piedad de nosotros. Dios es ese tipo de padre al que nada le alcanza para estar conforme.
Venero a mi dulce Dulcinea del Toboso, la virgen que guía mis pasos, que me da fortaleza para luchar contra las miserias del mundo. Yo tu humilde caballero, me arrodillo a tus pies.
Si hay personas que creen en un ser superior que los ayuda a cambio de ofrecer lo mejor de sí... me imagino todo lo que le habrá ofrecido Mónica Farro a Gerardo Sofovich.
Rico y valioso son cosas distintas (no excluyentes por supuesto), sin embargo para muchos esas dos cosas distintas aparecen y se consideran como una misma.
Jean y Jean definen a la identificación como un proceso de mutaciones.
Conozco un pastor de una famosa iglesia protestante que aparece en la publicidad levantando una ceja (capaz que leyó ese libro de historietas que ud dice...¿no se referirá a la Biblia, no?)
Dicen que con el transcurso del tiempo los hombres se parecen a sus mascotas. Puede que sea por eso que mi jefe ladra cada vez que entra a la oficina. Lo que me parece una exageración es que nos mee a todos.
¡La cantidad de veces que intenté identificarme con Sharon y me gritaban "ridícula"!
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