viernes, 10 de julio de 2009

Yo y tú

En el artículo publicado ayer con el título Lo constante es el cambio les presentaba al escocés Adam Smith como el fundador de la ciencia económica.

En el año 1776 escribió su obra más trascendente titulada La riqueza de las naciones donde ya postulaba que el «bienestar social» depende en gran medida del «crecimiento económico» y que éste depende en gran medida de la división del trabajo que ya les comentara en el artículo titulado Mamá-papa.

Hoy en día los políticos siguen pregonando que para poder satisfacer las demandas económicas del pueblo que gobiernan es imprescindible «el crecimiento de la torta» (para referirse metafóricamente al «crecimiento económico» que proponía Adam Smith hace 233 años).

Pero este filósofo-economista se animó a decir algo más y que aún hoy es tenazmente resistido por muchas personas, quienes con la mejor intención están saboteando ese necesario «crecimiento económico».

Adam Smith dijo que el egoísmo es una cualidad muy valiosa para lograr el «bienestar social» en todos sus aspectos. Su idea es la siguiente:

1) Debo reconocer que un ser humano mentalmente sano, primero satisface las necesidades propias y luego —si puede— las ajenas;

2) Si logro ser consciente de esto quedo en condiciones de comprender que mis semejantes también priorizarán sus propias necesidades y si pueden, quizá atiendan las mías;

3) Cuando se cumplen ambas condiciones (aceptar mi egoísmo y el ajeno), recién entonces puedo «ponerme en el lugar del otro», «empatizar», «simpatizar», «amar al prójimo», posibilitando de esta única manera una convivencia que propicie la productividad generadora del «crecimiento económico» que nos posibilite el «bienestar social».

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16 comentarios:

Yolanda dijo...

El egoísmo no puedo aceptarlo por más que haga el esfuerzo. Si de eso depende mi pobreza, pues moriré pobre.

Ricardo dijo...

Esto me recuerda a la actitud impulsiva de los que ven que alguien se está ahogando y se tiran a salvarlo olvidándose de que ellos no saben nadar.

Guyunusa dijo...

Pensando en lo que dice Ricardo y en la propuesta del artículo, creo que me tiraría al agua sin saber nadar, sólo por unas poquitas personas, las más significativas de mi vida. No existe el prójimo en general; hay próximos y próximos.
Entiendo la importancia de lo que se plantea acá y estoy de acuerdo, haciendo la salvedad de que no imagino mi vida sin alguna persona por la cual sería capaz de ponerme en 2º lugar, al menos en algunas contadas situaciones límite. Eso no es tan difícil, sólo es necesario entregarse al sentimiento. Lo que no podría hacer es vivir mi vida ubicándome en un segundo lugar de manera permanente.

Álvaro Fuentes dijo...

Estoy enteramente de acuerdo en que para poder amar primero tenemos que ser conscientes de nuestro propio y sano egoísmo.

Elvira Nieves dijo...

Y mientras se hornea la torta ¿qué hacemos? ¿no miramos para el costado?

Roberto Almagro dijo...

Es lógico priorizar las propias necesidades, aunque con un límite. Habría que ver qué entiende c/u por las propias necesidades. Seguro que algunos no pararían de necesitar hasta el día de su muerte.

Amílcar Melgarejo dijo...

Está bien, pero no olvidemos que la historia demuestra que el crecimiento económico hasta ahora se ha dado enmarcado en la lucha de clases.

Esteban López dijo...

El bienestar social "en todos sus aspectos", incluye la dignidad.

Renata Calvo dijo...

Es muy claro que lo sano es suchar por satisfacer las propias necesidades y lo enfermo es la dependencia o el creerse con derecho a reclamar que otros se hagan cargo de mi vida. Ahora, si nos detenemos en este concepto, enseguida vamos a descubrir una cantidad de situaciones donde la dependencia es una imposición o es sojuzgamiento.

Yoel dijo...

¿Ud dice que tenemos que reconocernos como jodedores para poder vivir en armonía con la joda?

Naty dijo...

Tipos como Yoel son los que nunca entienden nada.

la lugareña dijo...

Mejor no me pongo en el lugar del otro. Estaría quitándole al otro su lugar.

La Gordi dijo...

Yo ame dejaría de tantas teorías y me comería ese chocolate.

Ignacio L dijo...

Lo que propuso A. Smith hoy está pronto a desaparecer.
No creo que realmente que esta sociedad desaliente los impulsos egoistas sino más bien lo contrario, ni que la empatía vaya en "aceptar" el egoísmo de nadie, sino en comprender las necesidades, los deseos, "ponerse en el lugar del otro".
La humanidad se está dando cuenta de a poco que la fase del egoísmo (el tiempo del capitalismo) ya tuvo su lugar y no es más sostenible, y tanto sufrimiento, frustraciones y desastres ha causado y continúa causando. Porque el egoísmo humano no tiene límites.
Sólo en el apoyo mutuo real está el verdadero crecimiento, y no sólo económico, sino también humano y espiritual.

Anónimo dijo...

joel sí que entendió...

Anónimo dijo...

y el señor de los artículos nos quiere introducir "inocentemente" la teoria de don adam smith, como si no supieramos que macabro sistema económico ha dado lugar!!!!!!
uhhhhhhh!!!!!!!!!
!que se derrama la copa y que la mano mágica desparrame la torta, jajaja