lunes, 13 de julio de 2009

«Cuídate que nos cuidaremos»

En el artículo publicado ayer con el título Las órdenes contradictorias prometía aportar algunos fundamentos de por qué el criterio principal que debe orientar nuestra conducta es el de cuidarnos a nosotros mismos sin perjudicar a los demás.

En otras palabras, lo que propongo es el de permitir que se exprese nuestra natural condición egoísta sólo hasta el límite en que podamos empezar a perjudicar a los demás.

La educación que recibimos desde el nacimiento nos premia si somos altruistas y nos castiga si somos egoístas. Por su parte el instinto de conservación opera en sentido contrario. Para resolver el conflicto, nos educan para que podamos dominar nuestros instintos, es decir, para contrariar lo que la naturaleza ha logrado con le evolución de milenios.

Lo que suele suceder es lo siguiente:

1) Para no tener problemas de convivencia con mis educadores, prometo que cuidaré de los demás;

2) Pero a cambio exijo que los demás se encarguen de cuidarme;

3) Como el instinto de conservación nos obliga a todos, desatenderé disimuladamente el cuidado a los demás que había prometido pero los culparé de todo lo malo que me pase.

Conclusión: En este esquema de funcionamiento, quienes digan apartarse del egoísmo que la naturaleza les impone, finalmente no podrán evitar ser irresponsables en el cuidado de los demás y de sí mismos, o sea totalmente irresponsables.

Por lo tanto, las culturas que inculcan el altruismo en desmedro del egoísmo están creando ciudadanos irresponsables (que se «lavan las manos» como sugiere la imagen).

Los trabajadores irresponsables sólo pueden ofrecer bienes o servicios inseguros, poco confiables y es claro que nadie está dispuesto a comprar inseguridad y desconfianza, causándoles la pobreza patológica.

●●●

21 comentarios:

Johana dijo...

Con la persona que vive conmigo hemos hecho un pacto de mutua asistencia aunque días pasados surgió un inconveniente que me demostró que el alcance de lo acordado va mucho más cerca de lo que había imaginado.

Anónimo dijo...

sos terrible...

ya todos leimos a Foucault como te haces tan el inocente !

Carla Duplá dijo...

Lo de la solidaridad es pura farsa. Nunca creí en eso.

fabricio miguez dijo...

Tendríamos que tener una educación más al estilo espartano.

Laura Iturralde dijo...

Hay de todo. Algunas personas son altruístas, solidarias, responsables y hasta felices. Al menos la mayor parte del tiempo.

Raúl Tomasso dijo...

El esquema de funcionamiento del que habla ud es casi universal ¡qué quiere que le diga, me parece que somos todos así!

Fabiola dijo...

¡Qué duro es ud! Sólo porque una no puede hacerse cargo de sí misma ni de nadie, ya nos tacha de irresponsables.

Jenny dijo...

Hoy en día hay que recurrir a otra metáfora. Lo de lavarse las manos no sugiere irresponsabilidad.

Lucía dijo...

Después de leer el artículo de hoy ya no tengo ganas de pelear ni de defenderme.
Mas sí! tiene razón!
Me doy por vencida.

Camejo dijo...

Siempre compro bienes y servicios inseguros porque me falta olfato para los trabajadores irresponsables.

un trabajador chino dijo...

Yo me identifico con los trabajadores irresponsables y me solidarizo con ellos. No les causaré la pobreza patológica. Consumiré sólo productos desconfiables.

anastasio dijo...

"Cuidate que nos cuidaremos" debería ser el lema de los recién casados.

Lázaro dijo...

Los problemas de convivencia con los educadores son crónicos y endémicos.

Pánfilo Bagnulo dijo...

Johana hizo un pacto de mutua asistencia! Qué se afilie a una mutualista y se deje de joder.

Alicia Porley dijo...

Cuanto más independiente sea, menos necesitaré del cuidado de los demás y por lo tanto menos importancia le daré a cuidar al prójimo.
Suerte que vivimos dentro de una red de dependencias mutuas!

Fabián dijo...

En la medida que los demás sean culpables de lo que me pase, los culparé y no me haré responsable. Eso me gusta!

Mabel dijo...

La educación intenta que limitemos nuestro egoísmo para no perjudicar a los demás, pero nunca se habla claro del egoísmo. Con los adolescentes se manejan los valores en términos de blanco y negro igual que con los niños.

Clarisa Maldonado dijo...

El cuidado mutuo y la responsabilidad existen!!

Pandora dijo...

Por lo general es la mujer la que se hace cargo de los enfermos en la familia. Si ella se enferma y es la única mujer, se sigue haciendo lo mismo.

Alberto dijo...

A veces sucede que se puede ser bueno sólo una vez.

Lorena dijo...

A las que somos muy responsables no nos va tan bien.