Cuenta alguna leyenda que Dios le dijo al ser humano: «cuídate que te cuidaré».
Si esta frase ha sobrevivido miles de años es porque muchas personas ratifican su validez. De lo contrario se habría olvidado y nadie la repetiría ya.
Las compañías de seguros, aunque parecen desvinculadas de la religiosidad, aplican el mismo criterio. Cada contrato de seguro está lleno de condiciones para que nadie se llame a engaño: ellos indemnizarán por un siniestro determinado con precisión, no por cualquier descuido, negligencia o dolo.
En esta asociación podríamos decir que Dios oficia como una compañía de seguros que sólo cuida a quienes se cuidan.
Ayer publiqué un artículo titulado Mi amigo el policía en el que les comentaba que para mantener el orden en las comunidades, se nos educa (adiestra, disciplina, condiciona) para ser más cuidadosos de los intereses ajenos que de los propios.
Como podrán observar es probable que muchas personas padezcan las consecuencias de estar recibiendo órdenes contradictorias: por un lado Dios nos dice que nos cuidemos y por el otro lado nuestros padres y maestros nos dicen que cuidemos a los demás.
La respuesta a esta confusión es clara: tenemos que cuidarnos a nosotros mismos sin perjudicar a los demás.
Ésta parece ser la solución más ponderada, justa, salomónica... aunque sería razonable que fundamente por qué. Espero hacerlo más adelante.
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13 comentarios:
Hay una obra de Freud que se titula El malestar en la cultura (o algo parecido) donde él dice que es inevitable un conflicto entre lo que nos piden los instintos y lo que nos pide la sociedad.
Cuando ya tenía todo pronto para contratar un seguro contra robo, tiré todo para atrás porque empezaron a pedir reforzar la puerta, las ventanas, poner alarmas y me dije "estos se quieren quedar con toda la plata que les pague y que me cuide solo".
Es decir que quienes tienen la suerte y la posibilidad de cuidarse a sí mismos, además serán recompensados con la protección Divina.
Los que no se pueden cuidar que se jodan.
¿Converger o diverger? Esa es la pregunta.
Dios es un caradura. Él que es todopoderoso creó al ser humano lleno de defectos y encima viene a ponerle condiciones!
Quizás esa frase sobrevivió miles de años porque fue mutando y adaptándose al ambiente.
Las Compañías de Seguros te cobran religiosamente y te pagan judicialmente.
Una vez más ratifico que la educación es un fracaso.
Durante mi infancia cuidé de mi mismo gracias a la invocación de mi amigo el policía.
La cosa es peor! Dios nos dice que nos cuidemos y que cuidemos a los demás. Nuestros padres hacen exactamente lo mismo. Y todo eso lo aprendemos cuando no tenemos uso de razón.
Las órdenes contradictorias me han dejado varado en medio del río.
Estoy en un dilema...para cuidarme lo tendría que eliminar sin dejar rastro...
Mi marido es siniestro. Espero que algún día el Padre Celestial me indemnice.
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