El capitalismo y el comunismo ofrecen (prometen) una mejor forma de controlar la enfermedad y la muerte.
El comunismo y el capitalismo tienen aspectos comunes y diferencias que llaman la atención pero que no son tan dramáticas.
A la postre en ambos regímenes existe un mal reparto:
— En el capitalismo pocas personas tienen mucho dinero y una mayoría tiene muy poco;
— En el comunismo pocas personas tienen mucho poder y una mayoría tiene muy poco.
Como ya habrán adivinado, si tenemos en cuenta que dinero y poder son muy similares (al punto que podemos hablar del «poder que da el dinero»), entonces esas enormes diferencias que tanto nos apasionan, son esencialmente insignificantes.
Es oportuno recordar la «envidia».
Efectivamente:
— otros tienen un mejor trabajo;
— otros viven en un país más bello, educado, seguro;
— otros viven en un tipo de economía que evita la competencia despiadada entre los ciudadanos;
— otros viven en países con mayor libertad individual.
Muchos cubanos y coreanos (actualmente, únicos dos países comunistas) desearían vivir en un sistema capitalista y muchos franceses e ingleses desearían que las diferencias económicas entre los ciudadanos fueran menos obscenas.
Es innegable que no da lo mismo vivir en un régimen capitalista que vivir en un régimen comunistas, pero tampoco da lo mismo vivir en un clima gélido que vivir en un país tropical; no es lo mismo vivir en un país poblado por muchas razas a vivir en otro más homogéneo; es diferente vivir donde escasea el agua potable a vivir en otro donde los ciudadanos la usan hasta para lavar los autos y no cierran el grifo mientras lo enjabonan.
Aunque uno y otro régimen hacen un reparto injusto del dinero o del poder, los motivos realmente profundos (inconscientes) apuntan a luchar más eficazmente contra la enfermedad y la muerte.
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(Este es el Artículo Nº 1.503)
11 comentarios:
¿DÓNDE ESTÁN LAS MUCHAS PERSONAS QUE TIENEN PODER EN EL CAPITALISMO? !!!
Fernando no dice que hayan muchas personas con poder en el capitalismo, eso es algo que podría deducirse del paralelismo que hace entre comunismo y capitalismo, pero me parece que estás pensando mal, usando mal la lógica, como si los conceptos fueran reversibles.
A lo que voy es que en los países capitalistas también hay un reparto injusto del poder. Incluso está acentuado por el injusto reparto del dinero (¨el poder que da el dinero¨).
Nada da lo mismo. Todo es injusto y depende de la suerte. Y estás obligado a conformarte.
Pongámosle un poco de onda y veamos las cosas con mejor actitud: se pueden vivir momentos felices bajo el capitalismo y bajo el comunismo, en tiempos de guerra y en tiempos de paz, con calor o con frío... y mejor la paro ahí, porque si no tendría que decir con agua o sin agua, con hambre o sin hambre, con salud o sin ... etc, etc, y ya sería medio como entrar en la locura. Porque hay algunas cosas sin las que no se puede vivir.
La envidia es un sentimiento insoportable para el que la padece, porque lo que es el envidiado, la mayoría de las veces ni se da cuenta.
Adoro el crisol multiracial de New York. Está buenaso para hacer documentales. Les da un colorido!
Usted plantea que nos organizamos de una forma o de otra, pero siempre con el mismo objetivo de luchar contra la enfermedad y la muerte. Que nos pasamos diciendo que esto o aquello es a favor de la vida, la dignidad, la felicidad, etc, pero en realidad lo que buscamos es sacar del camino los aspectos mas tristes de la vida.
No sé cómo será en otros lados, pero en nuestra cultura y al día de hoy, la muerte se vive de manera muy dramática y es un tema que siempre se soslaya. Aquí mismo, en el Río de la Plata, hace 4 siglos, la muerte era todo un asunto social. Supongo que la forma de vivir la muerte debe tener bastante que ver con las creencias religiosas. Si la creencia en la vida después de la muerte está muy arraigada, es natural que se viva el deceso como todo un acontecimiento al que se desea prestar atención. Cuando no es así, cuanto menos nos ocupe el tema es una manera de ¨escaparle al bulto¨ o de ¨zafar¨.
Apoyándome en lo que dice Oliverio, pienso que ha sido más variable el comportamiento humano respecto a la muerte que a la enfermedad. La enfermedad siempre existe unida a la esperanza, porque hasta las enfermedades incurables y las desconocidas, atraen el deseo de sanarlas y la creencia de que siempre es posible hacerlo, aunque sea de milagro. Por lo tanto, la enfermedad siempre ha tenido, en todos los tiempos y todas las culturas un mismo afán detrás: revertirla. En cambio la muerte puede ser negada, ocultada, enaltecida, celebrada, glorificada. A la muerte le caben muchas reacciones distintas, la muerte es un hecho consumado, la realidad más real que pueda existir, y sin embargo de pie frente al asunto duro como una piedra, se despliega todo un abanico de conductas posibles.
Capitalismo y comunismo son sólo una moda de un par de siglos, la injusticia y el robo son de toda la vida humana. Es como la guerrita ridícula entre Pepsi y CocaCola, cuando ahora sabemos que todas las gaseosas no son buenas. Si escoges un bando, ya perdiste.
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