viernes, 30 de marzo de 2012

Las ganancias de los intermediarios

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Donde el intermediario logra más ventajas que el productor, ocurre algo similar al rol secundario del sexo femenino.

Es oportuno recordar que los artículos incluidos en este blog están dedicados a encontrar explicaciones a la pobreza patológica, es decir, aquella escasez de recursos materiales que afecta a personas que no la desean y que procuran infructuosamente erradicarla de sus vidas.

Es adecuado suponer que los fenómenos de «producción» y de «re-producción» son tan similares que podríamos fusionarlos al solo efecto de proponer algunas hipótesis.

Si, como digo en otro artículo (1), las mujeres tienen menos poder económico que los varones siendo que del cuerpo de ellas depende lo más importante que tenemos que hacer los humanos que es conservar la especie (2), podemos suponer que estamos haciendo una selección adversa, estamos subvirtiendo los valores, estamos poniendo patas arriba el orden de prioridades.

En otras palabras, sería correcto que las mujeres, por pertenecer al sexo que hace casi todo el esfuerzo físico por mantener la especie, tuvieran más poder económico, mayor protagonismo en la toma de decisiones trascendentes y un lugar de privilegio en nuestras culturas.

Como podemos constatar, el sexo que más (re)produce es el que ocupa el segundo (último) lugar en el reparto de privilegios (económicos, de mando, de estatus).

Visto este estado de cosas, concluyo que en nuestra especie,

— producir (o re-producir) está decisivamente desestimulado y, por el contrario,

— aprovechar abusivamente esa (re)producción para administrarla en beneficio propio, sí está estimulado porque en los hechos es lo que ocurre: los varones tenemos más privilegios, poder económico y poder de decisión que las mujeres.

Algo parecido ocurre con los fenómenos de intermediación. En muchos mercados de países con altos índices de pobreza, vemos que el productor gana mucho menos que el empresario encargado de comprarle la producción para revenderla.

(1) El desPRECIO al trabajo corporal

(2) Blog «La única misión»


(Este es el Artículo Nº 1.509)

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11 comentarios:

Mercedes dijo...

Si viviésemos en una sociedad matriarcal, tendríamos problemas similares a los que tenemos ahora, por vivir en una sociedad machista.

Alberto dijo...

Es cierto que en nuestra sociedad no se alienta la producción. Esto se repite, me parece, en la mayoría de las naciones. Por otro lado, cada estado produce cosas diferentes, y ninguno produce todo lo que precisa. Por eso somos dependientes unos de otros, y ese es uno de los motivos por los que es necesaria la paz para sobrevivir.

Marisa dijo...

Tenemos un concepto de la igualdad erróneo: tratamos igual a los diferentes. Cuando decimos que debería haber igualdad entre el hombre y la mujer, tendríamos que aclarar siempre a qué situación concreta nos estamos refiriendo.

Clarisa dijo...

¿Los varones son intermediarios?
Yo creo que son socios con un porcentaje de aporte más bajo que la mujer.

Álvaro dijo...

Socios con aporte más bajo, depende del punto de vista con que se mire. En general, en lo que se refiere a la manutención del hogar, llevamos la mayor responsabilidad.

Natalia dijo...

Sólo nos priorizan cuando se está hundiendo el barco y dicen: ¨las mujeres y los niños primero¨.

Ulises dijo...

Las mujeres son más longevas, así que no sé realmente si hacen el mayor esfuerzo físico.

Oliverio dijo...

Quizás sean más longevas justamente por eso, por hacer un mayor esfuerzo físico. Eso las fortalece.

Cecilia dijo...

No, vamos, los embarazos debilitan y envejecen a la mujer.

Damián dijo...

¿y si lo más importante no es conservar la especie? Todo ser vivo se reproduce, pero cuando se extingue una especie, todo se modifica pero la vida continúa.

Teresita dijo...

Que el intermediario gane más dinero creo que está relacionado a lo que ud. planteaba en otro artículo, lo de la desvalorización del trabajo físico.