El verano no es la mejor temporada para comprar refrigeradores ni el día del padre el mejor día para comprar una corbata.
Hay muy pocas personas que nacen con el talento de captar rápidamente cuál es la situación de los demás. La mayoría tenemos que trabajar muy duro para desarrollar esa sensibilidad.
Para ganar el dinero suficiente para satisfacer nuestras necesidades y deseos nos será preciso conocer qué necesitan y desean los demás.
Ese dinero nos llegará si podemos entregar nuestro trabajo a quien lo demande y esté dispuesto a pagarlo.
Cuando vamos a comprar algo también nos enfrentamos a una tarea en la cual podemos mejorar nuestra situación económica gastando lo menos posible.
El valor de los bienes y servicios se establece por medio de la oferta y la demanda.
El criterio universal consiste en que todos queremos obtener el mayor beneficio y eso conduce a que los vendedores pongan el precio más caro mientras que los compradores están dispuestos a pagar el precio más barato.
De esta oposición de intereses surgen negociaciones entre ambas partes que pueden ser pasivas o activas.
En la negociación pasiva, el comprador sólo busca el mejor precio y efectúa la compra donde le parece más conveniente.
En la negociación activa, el comprador regatea con el dueño del objeto o el servicio, aplicando técnica de persuasión que pueden lograr resultados diversos.
En ambas modalidades, quien va a comprar inicia un trabajo que consiste en recorrer, buscar, pedir información, hacer anotaciones, comparar (pasiva) o en esperar el mejor momento, conocer el costo y regatear con quien esté facultado para hacer rebajas (activa).
Cuando vamos a comprar entonces también estamos trabajando y dependerá de nuestra habilidad y persistencia la rentabilidad que produzca ese esfuerzo.
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12 comentarios:
Soy una regateadora pasiva. No tolero nada esas discusiones céntimo a céntimo. Me sirve o no me sirve.
Si me pongo a averiguar precios, son tan variados que termino no comprando.
Nunca estoy del todo segura acerca de si realmente capté cuál es la situación del otro. A veces te hacés ideas que no son.
Para "el día de" generalmente se consiguen buenos precios porque hay sobreoferta de productos.
¿Quién se iba a imaginar que terminaríamos necesitando la Coca-Cola?
Odio la negociación activa; en esto soy netamente pasivo.
A algunas personas les encanta regatear. Uno ve como que rejuvenecen después de pelear un precio.
Es mitad ciencia y mitad arte saber encontrar el precio más alto posible para vender.
Para mí que soy compradora compulsiva lo que ud está planteando es inalcanzable.
Los precios bajos me hacen comprar cosas que no necesito y cuando me arrepiento ya es muy tarde.
La modalidad de auto-service te lleva a gastar más. Si vos vas al almacén es más fácil que pidas lo que tenías planificado comprar, en cambio en el supermercado es muy tentador meter cosas en el carro.
Si la compra que voy a hacer es importante, me gusta hacer todas las averiguaciones del caso, no apresurarme y comprar cuando me siento seguro.
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