lunes, 12 de julio de 2010

Monogamia: usina de apáticos

Hacemos los mejor que podemos y no lo mejor que desearíamos (1).

Recientemente les comentaba (2) que el comunismo es un sistema de organización social, muy bueno para repartir equitativamente los bienes y servicios, aunque ineficiente para producirlos.

La causa principal de su ineficiencia productiva es la aplicación del monopolio estatal en casi todos los órdenes de la actividad: fabricación, producción, comercialización.

Reconozco que la idea es atractiva: El Estado se encarga de todo y los intereses particulares quedan automáticamente subordinados a un poder central, que por pequeño, parece fácilmente gobernable y controlable.

La ausencia de competencia, también es una idea muy atractiva porque el estrés que nos provoca el esfuerzo de igualar a los mejores, es muy desgastante.

La naturaleza es básicamente económica, la inteligencia es esencialmente simplificadora, todos queremos hacer el menor esfuerzo posible.

Sin embargo, la productividad, rentabilidad y la calidad de vida, parecen recorrer otros caminos.

De hecho, los monopolios privados están prohibidos en todo el planeta.

Por su parte, los monopolios estatales, cuya existencia es defendida con argumentos referidos a estrategia (seguridad pública, salud, soberanía), y mejor aprovechamiento de las utilidades (porque las ganancias disminuirían la carga tributaria), terminan brindando servicios caros y de baja calidad porque la ausencia de competencia cultiva la mediocridad, la apatía, la indiferencia.

A este punto quería llegar.

Como decía en el primer párrafo, hacemos lo mejor que podemos y no lo mejor que desearíamos.

El monopolio genera mediocridad, apatía e indiferencia.

Cada ciudadano de un colectivo, es una unidad productiva, ya sea porque produce, porque consume o ambas cosas.

El matrimonio monogámico (monopólico, sin competencia), es el ideal, el más agradable, el más placentero ... como también parece serlo el régimen comunista, pero —por este mismo motivo— podría ser una causa de la mediocridad que termina en pobreza patológica.

Artículos vinculados:

La pobreza es causada por la monogamia
La presión arterial es ilegal
«Me engaña haciendo lo inevitable»
Gato encerrado en una sola canasta
Los instintos, ¿están para ser reprimidos?


(1) Ver los artículos del blog El libre albedrío y el determinismo

(2) La homosexualidad económica

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5 comentarios:

Javier dijo...

El problema con el sistema comunista es que su viabilidad depende de que sea aplicado en muchos países.

Diana dijo...

Será cierto que a todos nos estimula la competencia? Yo cuestiono ese criterio a partir de mi experiencia personal.

Alicia dijo...

Los monopolios privados funcionan, aunque no sean extrictamente monopolios porque no abarcan todo el mercado, pero sí buena parte del mismo.

Elena dijo...

Si de algo estoy segura es que mi calidad de vida no pasa por la poligamia.

Diego dijo...

Cuando el estado se encarga de todo se favorece la corrupción y la burocracia.