Dadas las semejanzas constatables entre dinero y tiempo, es probable que las personas impuntuales sean pobres por su discapacidad para administrar elementos tan similares.
El tiempo y el dinero tienen algún parentesco.
Algunos aseguran que uno es el clon del otro.
Quizá el dinero es un clon del tiempo.
Otros lo dicen de una manera diferente. Por
ejemplo: «El tiempo es
dinero» y de esa forma los igualan, no los diferencian. Quizá consideren que
dinero es un sinónimo de tiempo.
Quienes
piensan que tiempo y dinero son sinónimos, podrían exclamar, por ejemplo: «¡Hola, Jorge, cuánto dinero (tiempo) ha
pasado sin vernos!». Otro podría re-exclamar
(reclamar): «Jorge, ¿cuándo me pagarás el tiempo
(dinero) que me debes?»
No
me extrañaría que alguien ya haya realizado un censo para determinar cuántas
personas impuntuales son también pobres. Sería lógico que las personas que
desconozcan el valor del tiempo también desconozcan el valor del dinero. ¿Cómo
alguien puede administrar algo (tiempo o dinero) de lo que no tiene noción de
cuánto vale?
Obsérvese
que, por ejemplo, cuando alguien pierde
tiempo sabe que nunca lo recuperará. Parece mentira, pero es cierto: no
existe ninguna manera de recuperar el tiempo.
Y
¿qué ocurre con el dinero, tan parecido al tiempo? ¿Es posible perder dinero y
luego recuperarlo? Sí, es posible, pero en casos muy especiales.
Cuando
perdemos dinero podemos recuperarlo encontrándolo nuevamente o encontrando el
dinero que otro hubiese extraviado. También podemos recuperar dinero perdido si
recibimos un premio de la lotería o una herencia o un regalo. Pero si perdemos
dinero y tenemos que recuperarlo trabajando la cosa cambia.
Obsérvese
que el dinero es en realidad tiempo trabajado: trabajamos durante una hora y
quien recibió nuestro esfuerzo nos paga. Dimos trabajo y nos dan dinero, es
decir, hicimos un trueque de trabajo por dinero. Esto significa que el dinero
en realidad es tiempo trabajado, algo muy similar a lo que dije al principio:
«El tiempo es dinero».
Quien
pierde dinero también está perdiendo tiempo. Por lo tanto está perdiendo dos
cosas irrecuperables: el tiempo y el tiempo trabajado.
En suma: es probable que las personas
que no saben administrar su tiempo tampoco sepan administrar su dinero. Si ya
no son pobres quizá lleguen a serlo, TARDE o temprano.
(Este es el Artículo Nº 2.137)
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