domingo, 2 de marzo de 2014

La pobreza cristiana observada por un ateo


Los cristianos ¿estarán ayudando a los pobres cuando los alientan a recordar que Jesús renunció a sus riquezas? ¿No habría que recordarles también que Jesús era un ser sobrenatural, omnipotente e inmortal, muy diferente a los pobres humanos?

Es frecuente que los cristianos se auto flagelen incriminándose por no haber llegado a comprender la lógica de Dios y precisamente esa es la parte más razonable que los caracteriza.

La fe y la lógica son funciones que se contradicen, pero  pueden estar presentes en una misma personas precisamente porque los humanos somos contradictorios, ambivalentes e incoherentes.

Con estas afirmaciones no estoy adjetivando ni bien ni mal a los cristianos. Si ellos consideraran que mis juicios son ofensivos, entonces deberían pensar que están criticando a sus propios hermanos de fe.

En un mundo capitalista es aun más incoherente desplegar la fe cristiana. Este contexto socioeconómico los obliga a un mayor esfuerzo de contradicción.

Aun así, este esfuerzo es humanamente posible porque muchos cristianos poseen grandes fortunas y siguen siendo capaces de enriquecerse permanentemente, sin dejar de concurrir a misas, practicar ayunos, rezar, bautizar, contraer matrimonio religioso y otros ritos obligatorios.

Cursa el mes de marzo de 2014 y los católicos viven su fe en Cuaresma. Por eso reflexionan más frecuentemente, escuchan las palabras del Papa y refuerzan su fe al mismo tiempo que refuerzan la contradicción inevitable.

Recurrentemente ponen como ejemplo las acciones y los dichos de Jesús, sin resaltar que él se sabía provisto de poderes asignados por Dios. ¿Qué sería de cualquier ser humano que se supiera provisto de ese poder infinito? ¿Será posible intentar emular a un ser que hizo todo lo que hizo porque se sabía inmortal? ¿No podríamos pensar que los humanos parecemos tan imperfectos solo porque nos comparamos con un modelo imposible de imitar?

A quienes son pobres, porque en ese estado se encuentran debido a las lógicas del mercado capitalista, ¿les será atractivo luchar para progresar económicamente u optarán por imaginarse tan poderosos como Jesús?

Los religiosos que siguen aconsejando imitar a un ser sobrenatural, ¿están haciendo una prédica honesta, responsable, de ‘buen padre de familia’? o, por el contrario, ¿están justificando a los que ya son pobres para que no hagan nada por resolver sus carencias materiales?

Los ateos somos personas que no comprendemos a los cristianos como ellos mismos se entienden, pero ofrecemos la ventaja de observarlos con mayor objetividad. Desde afuera se ven cosas que no se ven desde adentro.

Admítanme una metáfora: Los peces nunca sabrán que están mojados; los que no somos peces, sabemos que están mojados.

(Este es el Artículo Nº 2.138)


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